El precio del furtivismo

Tras un verano “caliente” por la proliferación de los furtivos en los bancos de marisqueo de la comarca de Ferrol, en los últimos días se han llevado dos redadas contra estos. La primera de ellas en Mugardos, a finales del mes de agosto y la segunda en O Couto el pasado jueves. En esta última se han llegado a identificar a setenta y dos personas. Esto indica que el tema del furtivismo no es asunto pequeño en la zona. No existen cifras oficiales, pero desde el propio sector se especula con la posibilidad de que, en una jornada de buena marea, el furtivismo se puede llegar a llevar hasta mil quilos de producto de los bancos de marisqueo gallegos. Y aunque estemos hablando de cifras aproximadas está claro que el furtivismo es un tema bien serio y del que se viene avisando desde hace tiempo desde los diferentes pósitos de la zona. Este furtivismo tiene una repercusión de gran importancia para una industria que sirve de sustento a muchas familias que se ven perjudicadas por este mercado negro. La sobreexplotación de los bancos marisqueros, no respetar las prohibiciones por episodios de toxicidad o inundar los mercados con un producto barato que obliga a bajar los precios de los que si respetan la legalidad son solo algunas de los problemas que acarrea el furtivismo. No hay una solución fácil para este problema, que ya parece endémico de la zona, donde se registra uno de los índices más altos de furtivismo de Galicia. Desde el propio gremio se insta, como una posible medida encaminada a la lucha contra el furtivismo, a aumentar el control sobre los mayoristas y hosteleros, quienes son los principales consumidores de este producto. Desde luego está claro que esos mil quilos que se sacan de forma ilegal tienen que tener alguna salida y que si no hay compradores parte del problema se solventaría. Sería necesario el desarrollo de nuevas herramientas y mecanismos que pudieran certificar que el producto que llega a la mesa del consumidor final lo hace siguiendo toda la legalidad y controles de sanidad. Porque muchas veces lo único que vemos es el precio del marisco que se pone sobre la mesa, sin tener muy clara cual es su procedencia. Por eso también es necesario que el cliente pueda saber de donde viene ese producto y trabajar en la concienciación del mismo sabiendo la importancia de favorecer una actividad sostenible y que no esquilme nuestros recursos.

 

El precio del furtivismo

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