LO de la Marea del Sar con el urbanismo es terrible. Martiño “2.0” Noriega se empeñó en reproducir el paisaje lunar y llenó la ciudad de fochancas –unos días en los que estuvo desaparecido del mundo hasta se llegó a rumorear que había caído en una y no era capaz de salir–; decidió que las comunidades de vecinos pagasen los arreglos de las aceras... Cuanto disparate se le ocurrió lo llevó adelante. Hasta siete veces levantó la calle de Montero Ríos desde noviembre de 2015, cuando empezó unas obras que se debían ejecutar en nueve meses y que acaban de terminar ahora. ¡Menudo éxito!, acaba de reabrirla y le han caído encima miles de críticas: que si es peligrosa para los peatones, que si las señales horizontales no se ven, que si están al revés... Claro, gobernando a golpe de ratón los proyectos acaban siendo un churro. Y eso por no hablar de otra calle, la de Carballo Calero –¡qué poco respeto a las figuras senlleiras de Galicia!– que acumula hasta veinte baches gigantes. A lo mejor hasta no era mala idea montar un parque temático sobre volcanes.