Gaizka Garitano no tiene pinta de ser pariente de Picadillo. Su aspecto es más bien el de un tipo que con un par de hojitas de lechuga y un pescadito a la plancha tira hasta el día siguiente. No obstante, mientras entrenó al Deportivo se comió muchas y bien grandes. Parecía que los árbitros tenían enfilado al equipo y mallaban en él todos los domingos. No iban más de diez o doce jornadas y llego a afirmar: “Si todo hubiese ido normal, podríamos estar en la mitad de la tabla” Aún le dura la digestión de aquel tiempo y tras el partido contra el Rayo fue rotundo: “Si hubiese habido VAR cuando estuve en A Coruña, igual hubiésemos tenido siete u ocho puntos más”. Pues a ver si ponen el VAR de aquí a final de temporada, porque falta le van a hacer al Deportivo siete u ocho puntos más, incluso diecisiete o dieciocho no irían mal.