UN apocalipsis zombi no debe de ser ninguna broma y, sin embargo, el Gobierno no tiene un plan para hacer frente a semejante situación. Y lo peor es que lo reconoce con absoluta naturalidad, alegando que duda de que los zombis, por muchos que sean, puedan llegar a provocar un compromiso así y que poco se podría hacer si se llegase a un estado parecido al fin del mundo. Quizá es que Rajoy ni sabe a quién tiene que encargarle la lucha antizombis; si a la militara Cospedal o al jefe de los guardias de la porra, Zoido; tal vez, soltarles a Montoro, a la niña Soraya... ¡quién lo puede saber! Si Aznar se hiciese otra foto en las Azores aún habría armas para atacarles, pero tal como están las cosas con Aznar... ¡Que un senador de Compromís haya preguntado por los planes ante un apocalipsis zombi!