Para saber que la crisis es ya cosa del pasado no hay más que ver el comportamiento de los políticos. Todavía no han tenido tiempo de estrenar sus cargos y ya se apuran en el nombramiento de altos cargos y subidas de sueldos como si no hubiera un mañana. Llama poderosamente la atención el caso de Valencia, una de las comunidades más endeudadas y a las que Pedro Sánchez no hace más que condonarles facturas y en la que su responsable ha decidido incrementar el número de altos cargos asalariados a cuenta de todos en un 20%. Está claro que a unos cuantos les van las cosas muy bien.