Hay que reconocer que los españoles somos rápidos, crueles, ingeniosos y contumaces en el arte del insulto y de meter el dedo en el ojo ajeno. El viejo NODO nos mostraba la adhesión a Franco en pancartas como esta: “Si ellos tienen uno nosotros tenemos dos”, clara amenazaba a Naciones Unidos (que nos tenía fuera) de que los tenemos bien puestos.
Luego vino lo de felón de Fraga a su número dos que le hizo la cobra. Recordemos a Guerra y sus frases, como pedradas, dedicadas al “tahúr” Suárez. Y no hablemos de las referencias a Paracuellos, las citas de Aznar, FG, etc., que golpeaban –a través de la mala milk– el mentón adversario.
Y de la prensa de la época ¿qué les vamos a contar a los que no cumplieron los cincuenta? Por ejemplo, “El Alcazar”, que nunca se rindió, anunció y glorificó el golpe de Tejero… tarea que ya, en 28 pulgadas, siguen otros para vergüenza general y asombro en el extranjero…
Y ahora conocemos que el ministro de los palos tenía una policía “patriótica” para meterse con sus adversarios a mayor gloria del actual presidente, señor Rajoy. Y está su portavoz, el de las cunetas, que se niega a reconocer que en su grupo, el PP, hay sospechosos habituales como un embajador que bien que agitaba la marca España para sus negocios. Un exministro con cuartos en un paraíso fiscal; varios parlamentarios convertidos en conseguidores por su vinculación al partido que gobierna y las docenas de cargos que llenan los juzgados con la Gürtel, Púnica, Aquamest a sumar con los que se remontan a los tiempos de Naseiro, salvado por la campana, campaña tras campaña con ¡otra vez!, el señor Rajoy como alto cargo del partido y en el gobierno y continúan hoy con un PP valenciano en cuadro, pues les pillaron con las manos en la caja del pan.
Dejemos al margen, pues, los gritos y rebuznos que han escoltado la política, el fútbol, las discusiones sobre Joselito o el Gallo, que siempre nos llevan al “y tú más”, para buscar la verdad en medio del insulto y la exageración. Por ejemplo: el tesorero del PP cuando estaba fuerte como un “buxo” reconoció las estafas y mordidas de la Gürtel y ahora, con demencia senil, no se acuerda de nada… pero jura que lo dicho antes a la policía y la justicia era mentira. A la verdad no se debe contestar con rebuznos.