con frecuencia se habla del drama que viven muchos mayores, condenados a morir en soledad, aislados en sus viviendas y sin familiares ni amigos cerca. Sin embargo, hay otro drama que también afecta a muchos. Y es que hay un buen número de desalmados dispuestos a desfalcarlos aprovechándose de la situación de dependencia por la que atraviesan. Esta misma semana, la Policía detuvo a los dueños de dos residencias de la Tercera Edad de Burgos por desfalcar a sus ancianos. Los arrestados se llegaron a apoderar, presuntamente, de tres millones de euros en herencias de clientes en fase terminal o muy deteriorados. La verdad es que malnacidos los hay en todos lados.