El ya octogenario Beiras se sienta frente al piano y lo mismo interpreta una dulce sonata que una aterradora composición de Wagner. Acumula muchos años de experiencia y se le nota en la soltura con la que desliza los dedos sobre las teclas blancas y negras. En cambio, nunca destacó como vocalista. Sumó trienios y trienios como voceiro del Beneguai, pero durante ese tiempo se mostró más dado al exabrupto que al sosiego, tanto que logró que el Bloque estoupase. Como antes lo había conseguido con el PSG, después con su propia criatura, los Irmandiños, más tarde con En Marea. Pero él permanece permanentemente embriagado por su bucólica imagen, en la que no caben foguetes ajenos; solo cargas de dinamita feitas no pazo de Brión. Y que medo cando estoupan. La que ha lanzado contra Rajoy y González por su bolo en “La Toja” es arepiante: “Desexei que unha chispa carbonizase aos dous merdentos”. A ciertas edades conviene acougar, non si?