LOS números como representación del éxito se acumulan en Inditex. Es raro el día que transcurre sin que el gigante textil coruñés o sus dos piedras angulares –Pablo Isla y Amancio Ortega– aparezcan a la cabeza de algún ranking. Ayer, por ejemplo, se supo que el grupo había cerrado el primer trimestre con un beneficio de 554 millones, después de aumentar sus ventas un 12%. Pero también se conoció que la baronesa Denise Kingsmill, todo un peso pesado de la economía británica, se sentará en el consejo de administración de la empresa. Una buena noticia que augura el fortalecimiento de Inditex.