La tensión parece que quiere acampar entre los Obispos, en unos casos por acción y en otros por sufrimiento de las consecuencias de las acciones de los demás. Parece que el ansia les tienta a hacer declaraciones quiero entender que poco pensadas y por tanto no exentas de polémica y en las aclaraciones posteriores, la lían mas.
El primero ha sido el cardenal Osoro haciendo referencia a la jornada de huelga del pasado día 8 a favor de la igualdad de derechos de la mujer, cuando mete a la Virgen por en medio al manifestar su apoyo a la jornada de reivindicación. Antes la sorpresa de sus manifestaciones, cuando quiso hacer aclaraciones pues casi fue peor y creó más “divergencia” mental.
No ha causado mucha alegría entre los parroquianos que haya mezclado a la Virgen con la huelga.
Cuando menos sus palabras han causad sorpresa y he de reconocer que suena raro, y mucho mas oírlo en boca de un Cardenal de la Iglesia Católica que estos temas de igualdad de derechos hombre-mujer, no es ejemplo ya que es precisamente la Iglesia Católica a que se opone recalcitrantemente a la incorporación, en las mismas condiciones de igualdad, de la mujer con el hombre. La Iglesia Católica sigue negando el acceso al sacerdocio de la mujer y la sigue discriminando en sus estructuras.
No es lo mismo ser monja que cura y sus derechos no son los mismos, ni tienen las mismas oportunidades de promoción interna. No sé si en sus matizaciones tuvo en cuenta lo que podría pensar hoy la Virgen de la mujer y la Iglesia. Creo que él tampoco.
Otro Obispo que sea sentido a gusto en la polémica ha sido Munilla. Llevaba mucho tiempo callado, cosa que mucho agradecemos y es que quizás debió de hacer caso a quien le pedía moderación verbal, pero imagino que entre el poco caso que le hacen en su Diócesis y que el aburrimiento lo visitó, ha aprovecha la estela de Osoro y se ha soltado con una declaraciones en las que ha mezclado mujer y demonio. Como siempre matizando posteriormente, pero liándola mas. No se le ocurrió otra cosa que hablar de feminismo radical mezclado con aborto y el demonio en un mezcladillo difícil de entender el día de la Mujer Trabajadora, lo que nos hace pensar, entre las dos declaraciones, en que bando estaría la Virgen. Munilla ha hecho una mezcla explosiva y simplista sin sentido que solo puede ser su ansia de generar polémica y hacerse notar. Está en otro mundo que ni vale la pena comentar más.
Y estas dos declaraciones hacen valer más la memoria de Don Elías Yanes, que fue –arzobispo de Zaragoza (a saber por qué nunca fue Cardenal)–. Él fue pieza clave con Tarancón en la transición y en la relación del Estado con el Vaticano. Algo de este hombre y de otros, se les podía pegar a ciertos Obispos que contaminan a otros que valen a pena. Descansa en Paz Don Elias