No se os puede dejar solos. Recuerdo la frase del odiado dictador como susurro sepulcral enviado desde el Valle de Los Caídos.
Quien no conoce su historia personal está obligado a repetirla. Lo mismo que los pueblos. El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Nuestra Constitución actual y la democracia aceptada por todos constituyó un ejemplo de sacrificio solidario de caminar juntos tras unos horizontes comunes. Habíamos sabido perdonar hasta setenta veces siete.
Pero vinieron la envidia y la discordia a echar su cuatro a espadas. La ley de la memez histérica y la apertura de cuentas –por otro lado, siempre permitidas– acrecentaron tatuajes de odio malsano y deseos de revancha tal como cuenta Fernando Aramburu en su folletín ‘’Patria’’, bestseller destacado en todas las librerías hispanas.
Y en ese momento el Comité Organizador de la comida anual de AAMM de Juventudes me cita para celebrarla el 2 de junio, hora 14.30.
Al tiempo, simultáneamente, los mass media informan de que la militancia devuelve a Pedro Sánchez lo restos del PSOE augurándole su absorción por quienes se consideran más a la izquierda que la social democracia implantada por Felipe. Lobos populistas, dispuestos al ‘’afusilamiento’’ de conmilitones aunque haya que repetir la balancera.
Desde mi ventana gloso la reunión de unos hombres que tuvieron ideales y los siguen manteniendo. Es la ecuanimidad sostenida de puta madre.
El vino que nadie regala y proporciona la barrica de robla. Un bouquet infantil que todavía mantiene esencias. Recordando montañas revadas-ahorafraternas-, rumor de faena y trabajo, consignas.
Sin embargo, todo este buen rollo podría eclipsarse. Por las calles coruñesas proliferan pintadas antimarxistas: ‘’No al comunismo’’ y ‘’Paracuellos’’ reproduciendo la cara del general vencedor de la guerra incivil.