Dos tipos cuspidiños de los que nadie lo diría

ARTURO Fernández fue durante años actor de culto para los gallegos que viajaban a Madrid. El teatro donde actuaba era cita ineludible, lo mismo que el museo de cera o el tour por el Bernabéu. Los tiempos han cambiado y las costumbres también, pero el asturiano sigue subiéndose al escenario todos los días y cuando se baja, a pesar de sus 300 o 440 años, aún tiene fuerzas para repartir labazadas. Que se lo digan a Podemos, del que ha dicho: “Me cae como una patada en el hígado. No entiendo cómo puede haber una persona con sentido común que vote a Podemos”. Fernando Savater, a quien aún le queda unha morea de años para llegar a una edad tan avanzada, no está, sin embargo, tan lejos del actor en pensamiento. Retirado del mundo desde que se esnafró UPyD, ha reaparecido en plan devastador: “Podemos sacó cinco millones de votos. No creía que hubiera tantos tontos en España”. Por fuera no se parecen nada, pero por dentro son cuspidiños ¡Vaya par de gemelos! FOTO: la MENTE DE SAVATER METIDA EN El cuerpo de arturo fernández  | aec

Dos tipos cuspidiños de los que nadie lo diría

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