PEDRO “La sonrisa” Sánchez se empeñó en ser un martillo pilón que perforase el suelo electoral del PSOE y lo consiguió. Se presentó como candidato a dos elecciones y en ambas arrastró hacia abajo al partido. Eran los tiempos en los que a los políticos les dio por que había que votar cada dos días y ahí estaba Sánchez para furar y furar y furar. Tanto furó que los socialistas con un poco de seso le furaron a él su silla de secretario general y lo mandaron a casita. Pero él, teimudo como es, decidió recuncar y en intentarlo está; y ya no piensa en las primarias, sino que se ha echado a la cara el catalejo de pirata, ya mira hacia futuras elecciones y proclama: “Mi modelo de PSOE ganará las elecciones; en cambio, con el de Susana Díaz pasará a ser la tercera fuerza política”. ¡Toma ya! “La sultana” ni se ha inmutado; simplemente se ha limitado a recordar, aprovechando que su infancia son recuerdos de un patio de Sevilla: “La única vez que he sido candidata, he ganado, y bien”. Es lo que tiene ir de “enterao”, que te dan en los morros y te la tienes que comer.