El cambio en Andalucía

Si no surge ningún imprevisto de última hora, hoy se producirá en Andalucía un hecho que puede ser calificado de histórico: después de treinta y seis años en el poder, el PSOE será desalojado y se pondrá fin a lo que ha sido un auténtico “régimen, el socialista, en esa comunidad. El popular Juan Manuel Moreno Bonilla será investido presidente de la Junta gracias al apoyo que recibirá de Ciudadanos y de Vox. El cambio es lo que votaron mayoritariamente los andaluces y ese cambio va a llegar después de una ardua negociación a tres bandas entre el PP, Ciudadanos y VOX.

Andalucía bien puede ser un escaparate de lo que puede pasar en muchos otros puntos de España en las municipales y autonómicas del mes de mayo. La irrupción de Vox en el tablero político es ya una realidad que reflejan las encuestas. El futuro de muchos ayuntamientos importantes que están en manos de la izquierda –Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, A Coruña, Santiago– y el de algunas comunidades gobernadas por el PSOE –Castilla-La Mancha, Baleares, Valencian o Extremadura– está en el aire y dependerá, en buena medida, de si la suma de concejales o diputados que consigan el PP, Ciudadanos y VOX supere a la que consigan PSOE y Podemos.

Es cierto que el partido de Rivera ha querido desmarcarse de cualquier entendimiento con Vox en Andalucía y no hay por que pensar que esa pauta vaya a varias comunidades en los próximos meses. Algunos piensan que esa postura es un movimiento estratégico para situarse en el centro-izquierda y pescar votos en el caladero del PSOE. Pero llegado el momento, el partido naranja no tendrá otro remedio que aceptar los votos de la formación de Abascal para gobernar en ayuntamientos donde sus expectativas electorales son buenas.

El cambio en Andalucía ha provocado asimismo una cierta crisis en el PSOE. A nadie se le oculta la mala relación entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. La derrota de Díaz en Andalucía, no porque no fuera la más votada, sino porque los números no le daban para conservar el poder, ha creado la situación propicia para que el presidente del Gobierno mueva sus fichas para hacerse con el control de la federación más importante de los socialistas. En definitiva, un cambio en Andalucía que va a ser más que el relevo del presidente de la Junta. A Casado le ha venido de perlas que su partido se haga con la presidencia y a Sánchez se le ha abierto una grieta importante en un barco ya bastante averiado.

El cambio en Andalucía

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