Pues al final va a ser que el único que no condena la violencia provocada por la detención del rapero Pablo Hasel es su tocayo Echenique. Es posible que Pablo Iglesias tampoco quiera condenar el incendio de mobiliario urbano o el asalto a comercios, pero no tenemos la suerte de saber lo que opina el vicepresidente, que se mantiene callado y en segundo plano, no vaya a ser. Sin embargo, cada vez son más los podemitas que se distancian de la postura de su portavoz. Ha sucedido en Euskadi y en Andalucía y hasta Ada Colau condenó sin ambages la violencia. En estos casos todos alegan que esos actos “desacreditan la causa justa y honesta en defensa de la libertad de expresión”, además de producir un grave daño a la imagen del partido.