Sheila González fue la encargada de anotar un tercer tanto que daba definitivamente el pase al Valdetires Ferrol a la espera final del play-off de ascenso a Primera. Su gol, y pocos segundos antes, el firmado por Lidia Mesías, dieron más valor al que Diana marcó mediado el primer tiempo. Un triunfo muy celebrado por la formación departamental, si bien, y como recuerda la propia Sheila “todavía no hicimos nada”.

Y es que la trabajada victoria ante las de O Morrazo fue solo el primer paso hacia una meta que las ferrolanas esperan cruzar mañana, imponiéndose en la gran final ante el campeón liguero, el Viaxes Amarelle.

¿Cómo fue la semana de trabajo después de conseguir el pase a la final?

La llevamos bien, con muchas ganas, motivadas y deseando que llegue el sábado para, si se consigue genial, y si no para darle un final a una temporada que, entre el Covid-19 y que empezamos “así asá”, terminarla lo mejor posible. Vamos a darlo todo y, además basta que sea también derbi y fase de ascenso, ya te imaginas. Somos dos equipos que suelen estar ahí y a ver cómo termina. Estamos deseándolo.

Ahora mismo, ¿cómo va el porcentaje de nervios?

Creo que las ganas le ganan a los nervios –ríe–. No digo que ese día por la mañana no lo estemos, pero yo creo que son más las ganas que los nervios.

¿Qué aspectos ve claves para llevarse el partido?

Creo que será el equipo que tenga la cabeza más fría y, lógicamente, que cometa menos errores. Y, por ejemplo, si a un equipo le marcan un gol y se viene abajo... el partido ya puede estar ahí. Pero no creo que ninguno de los dos equipos vaya a dar el partido por perdido hasta que arbitro pite.

Además, en este deporte, puedes estar dos goles por delante que no significa nada. El no bajar los brazos es muy importante.

Han trabajado mucho el aspecto físico, pero también el psicológico. ¿Se ven fuertes en este último?

Yo a las niñas las veo muy bien. De hecho se vio ante O Fisgón, a pesar de que nos metieron el 1-1, mucha gente ya estaba contando con la prórroga, y en los últimos segundos los conseguimos. Físicamente, cuando llegó el parón del Covid-19 era cuando mejor estábamos y es donde íbamos a dar un poco más. Este mes que tuvimos de entrenamientos no nos ha dejado físicamente cómo cuando acabó entonces la temporada, pero bueno. Esto es una final y en una final no hay dolor ni calor –ríe–. Se juega más con el corazón. Nosotras lo pondremos todo y queremos llevarnos el partido.

¿Preparamos entonces la celebración para el sábado?

–Duda y luego ríe– Bueno, bueno, primero hay que jugar el partido y ¡ojalá, ojalá!. Pase lo que pase por lo menos vamos a despedir la temporada, que estuvo muy bien, porque llegar hasta la final está muy bien. Y más tal y como empezamos, que nadie daba un duro por nosotras, porque nos enganchamos tarde, y una cenita se la merecen las niñas.