El cierre en el barrio de A Magdalena ha vuelto a poner sobre la mesa la realidad de un centro de la ciudad cada vez con más locales vacíos y sin actividad comercial. La potenciación del emprendimiento y la necesidad de revitalizar el casco histórico de la ciudad naval es una apuesta común de toda la corporación, si bien las formas para alcanzarla varían dependiendo de quien haga las propuestas.
Esta tarde, el pleno de fin de mes debatirá dos fórmulas que con casi el mismo epígrafe desarrollan ideas bastante alejadas para potenciar el comercio local. Son las mociones del BNG, que ha iniciado una campaña con la pegada en locales comerciales vacíos de su propuesta de reactivación, y del PP que busca el apoyo a la actividad comercial con exenciones en tasas municipales y ayudas a fondo perdido.
El concepto del centro histórico que ambas formaciones quieren es muy distante. Así, mientras el Partido Popular propone que no se adopte ninguna medida que tenga como consecuencia la eliminación de plazas de aparcamiento en la ciudad y habla, en la exposición de motivos, de una supresión de plazas injustificada y una peatonalización “salvaxe e improvisada” que, a su juicio, solo puede contribuir a “desmotivar el emprendimiento, baleirar os centros históricos de persoas e, en definitiva, ir apagando progresivamente o barrio”.
La visión del grupo nacionalista es radicalmente opuesta, considerando la peatonalización como “unha necesidade” y asegurando que “opoñerse supón un comportamento irracional e non vai haber outra saída que ir por esta vía, para poder fomentar a actividade e o uso e convivencia nun ámbito da cidade cada vez máis abandonado”.
Bonificaciones
Entre las diferencias más notorias de las dos propuestas para potenciar el comercio en la ciudad se encuentra la forma de hacer frente a las cuestiones fiscales. Los populares plantean una reducción del tipo aplicable en el IAE al 1 para aquellas actividades ubicadas en los barrios de la ciudad que cuentan con un Plan Especial de Protección e Rehabilitación –Pepri–, además de una rebaja de 0,5 puntos en el resto de los índices de la ordenanza fiscal reguladora del IAE. También plantea la reducción del tipo a aplicar en el IBI para los locales de tamaño pequeño y mediano, estableciendo el valor catastral a partir del cual se aplica el tipo de gravamen diferenciado en el mismo importe de 1,4 millones de euros para comercial, hostelería, ocio y oficinas, en la ordenanza fiscal número 1 del IBI. Finalmente propone una bonificación del 95% del tipo a aplicar en el impuesto de obras de pintado y mantenimiento de fachadas en la ordenanza fiscal número 5, que regula el ICIO y una subvención del 100% en la tasa de recogida de basura durante el primer año de actividad para nuevos emprendedores.
El BNG, por su parte, ve en estas medidas la pretensión de aumentar los beneficios fiscales de las grandes empresas –que son las que están obligadas a pagar el IAE– y considera que la rebaja genérica del IBI iguala a los locales con actividad y a los que no la tienen.
De este modo, la propuesta nacionalista pasa por la bonificación de la actividad de los locales comerciales con una exención del Impuesto de Bienes Inmuebles para quienes lo alquilen o pongan a disposición de una bolsa de alquiler que se gestionaría desde el Concello y un incremento del impuesto de manera discrecional, dirigido fundamentalmente, como explican en la moción, a penalizar los intereses especulativos de quienes poseen propiedades pero no las ponen a disposición de los posibles emprendedores.