El sector de la educación exige a la Xunta mejores medidas sanitarias

El sector de la educación exige a la Xunta mejores medidas sanitarias
concentración educación en el edificio de la xunta Ferrol

Cerca de dos centenares de personas, entre madres y padres, profesorado y personal no docente, participaron ayer en Ferrol en una concentración para exigir a la Xunta mejores medidas sanitarias para garantizar la seguridad en el retorno a las aulas de los estudiantes gallegos. La protesta, que tuvo lugar a las siete de la tarde frente al edificio administrativo de la administración autonómica en la ciudad naval, se realizó en paralelo a otras 24 celebradas en otras tantas urbes de la comunidad, organizadas por los sindicatos CIG, CCOO, CSIF y STEG, en colaboración con las organizaciones de madres y padres Anpas Galegas y Confapa y las asociaciones de estudiantes Erguer y Anega.

Así, durante la protesta se destacó la necesidad de “dar resposta pública á nefasta xestión da Consellería de Educación”, calificando además las instrucciones de la institución del 31 de agosto de “non só ineficaces, senon mesmo perigosas para a saúde do alumnado, o profesorado e o personal non docente”. Entre otras medidas, los convocantes exigieron la implantación de la distancia de seguridad de 1,5 metros “para todo o alumnado galego” de forma uniforme; una mayor cantidad de aulas y profesores –insisten en que el tamaño de las mismas no es el problema, sino la ratio de estudiantes por cada una–; mayor personal de limpieza; un plan específico para alumnos con necesidades especiales; o soluciones para aquellos menores y profesores que conviven con personas de grupos de riesgo –con, por ejemplo, atención domiciliaria–.

Valoración

Una vez concluida la protesta, el responsable de CCOO Ensino de Ferrol, Ero Sante, valoró la participación de profesores, progenitores y personal no docente “para lograr que a consellería faga o que teña que facer”. En cuanto al anuncio de la contratación “expres” de 850 docentes por parte de la Xunta, Sante apuntó que se trataba de una acción “forte, aínda que non é suficiente”, dado que los centros de enseñanza aún no tienen confirmación de estas incorporaciones. De hecho, el representante señala la búsqueda de un ahorro como la raíz del problema, recordando que había muchos otros –como transporte, comedores, etcétera–, pero que todos ellos partían de la falta de recursos.

Por su parte, Antonia Martínez Díaz, secretaria comarcal de la CIG Ensino de Ferrol, calificó de “despropósito” el inicio del nuevo curso académico, criticando “os bandazos” que estaba dando la Consellería con medidas como la separación entre alumnos –primero de un metro, luego de 1,5 y, finalmente sin una distancia específica por el uso de mamparas– o la configuración de las clases semi-presenciales. Sin embargo, la preocupación principal del sector continúa siendo la incertidumbre de cara al inicio de curso, no sabiendo qué medidas se implantarán finalmente o de qué recursos dispondrán. l

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