Ni tan bueno es el Racing como parecía indicar la goleada que le endosó al Pontevedra ni tan malo es como parece desprenderse del nivel que dio en sus derrotas ante San Sebastián de los Reyes y Coruxo. El equipo ferrolano es, simplemente, uno más dentro del grupo 1 de Segunda B. De hecho, en este tramo inicial del campeonato lo que busca asentarse en una categoría en la que es nuevo y a la que pretende adaptarse lo antes posible. De ahí que en el encuentro que lo enfrenta al Internacional esta tarde –17.00 horas, A Malata– pretenda dar un paso más en su crecimiento como grupo.
La igualdad que ha caracterizado hasta ahora la competición hace que tan pronto un equipo –tanto los llamados a estar arriba como los de aspiraciones más modestas– gane un partido como pierda el siguiente. Por eso, las dos primeras posiciones de la tabla clasificatoria son para escuadras recién ascendidas a la categoría. Y el número de escuadras que todavía no conocen la derrota tras la disputa de las tres primeras jornadas del campeonato de la regularidad es de tan solo tres.
Precisamente el Internacional, visitante hoy del estadio de A Malata, es el segundo en la tabla gracias a las dos victorias –la última de ellas, el 5-1 que le endosó al Melilla– y el empate que ha conseguido. En estos partidos, el cuadro de la localidad madrileña de Boadilla ha demostrado comportarse como un auténtico equipo, que es lo que lo hace más fuerte en este tramo inicial liguero.
Por su parte el Racing, tras repetir once titular en las primeras jornadas, espera darle continuidad a su rendimiento para sumar su segunda victoria en A Malata. Será la manera de demostrar que está en condiciones de pasar una temporada más o menos tranquila, primer paso para asentarse en Segunda B antes de aspirar a metas algo mayores.