La selección de Vietnam de fútbol sala, entrenada por el ferrolano Bruno García, consiguió ayer su clasificación para las semifinales de la Copa de Asia –torneo que se disputa desde la semana pasada en Uzbekistán–. De esta forma también sella su pase para el Mundial, que se celebrará en Colombia a finales del presente año y que era el principal objetivo que tenía para este certamen. El combinado vietnamita se impuso ayer al de Japón –dos veces campeón de este torneo y vigente vencedor– en la tanda de penaltis de su duelo, que acabó con empate a cuatro tantos.
El combinado del sureste asiático venció en el encuentro más emocionante de lo que va de torneo. A pesar de que la selección de Japón partía como favorita –había terminado primera la fase regular del grupo D, con tres victorias en otros tantos partidos– y se adelantó con un par de tantos en la primera parte, la de Vietnam no se dio por vencida en ningún momento. Así, en la primera mitad ya redujo las distancias y, a pesar de que el combinado nipón volvió a marcar durante la segunda parte, fue capaz de restablecer el empate a poco más de un minuto para el final, lo que mandó el partido a la prórroga.
En ella, las dos escuadras anotaron un tanto, lo que provocó que el enfrentamiento se tuviese que resolver en una tanda de penaltis en la que el grupo japonés solo marcó uno de sus tres disparos, mientras que el vietnamita lo hizo en dos ocasiones.
rival
El combinado vietnamita supera de esta manera su mejor actuación en una Copa de Asia –había quedado apeado en los cuartos de final en la anterior edición– y ahora se enfrentará a la de Irán en busca de un lugar en la final de esta competición. Este partido se disputará en la jornada de mañana. Tanto la final como el encuentro por el tercer puesto se celebrarán el domingo.