El futuro de la planta que Siemens Gamesa tiene en el concello de As Somozas sigue en el aire. La reunión celebrada a mediados de este mes entre la dirección, ministerios de Industria y Transición Ecológica, Xunta, sindicatos y representantes de la plantilla no sirvió para despejar las incógnitas ni para descartar ninguno de los escenarios posibles en los que estaría trabajando la propietaria de la fábrica.
El comité ha mantenido la huelga en unas instalaciones que están ahora en servicios mínimos –se mantienen pequeños retenes tanto en la fábrica como en la campa donde se depositan las palas antes de ser evacuadas– por el periodo vacacional, del que se regresarán el próximo 11 de enero. Antes, confirma el presidente del comité, Sergio López, se convocará una asamblea para valorar la situación y las medidas a seguir con el fin de tratar de garantizar el futuro de los 300 empleos directos de la factoría. “Non hai ningún movemento por parte da empresa; non nos comunicaron que teñen pensado facer”, explicó ayer.
En principio, la carga de trabajo –quedan tres palas SG-114 por fabricar, así como alguna menor– no se extenderá más allá de la tercera semana de enero. A partir de ahí, no habrá, salvo sorpresa, ningún encargo nuevo que atender. “O traballo rematará nesa data”, explica el portavoz de la plantilla, que recuerda, no obstante, que “algúns departamentos levan semanas sen ocupación”. A ello hay que sumar los más de 80 puestos de trabajo eventuales que se han perdido a lo largo de este último mes.
Competencia interna
El comité lleva meses advirtiendo de las consecuencias que tendría para el futuro de la planta somocense la construcción de unas macroinstalaciones en la localidad portuguesa de Vagos, dotada de la infraestructura necesaria para fabricar palas cada vez más grandes –las que tienen más demanda en el mercado– y con buenas conexiones por carretera y por mar.
Esa fuerte inversión en Portugal contrasta con la inexistente apuesta por modernizar la fábrica de Ferrolterra, que desde hace más de siete años monta exclusivamente palas del modelo SG-114, que apenas tiene demanda en el mercado actual. “Estas instalacións están xa obsoletas”, señaló ayer el presidente del comité, que insiste en que una industria como la eólica “ten moito futuro nun escenario no que se vai apostar polas enerxías renovables, pero para iso é fundamental a implicación e o convencemento da empresa”.