Durante la tarde de ayer la alcaldesa de la localidad en la que se asientan las instalaciones, Marián Ferreiro, junto a representantes de todas las formaciones de la corporación municipal, mantuvieron una reunión con el director ejecutivo de la firma, Santiago Font, y el gerente de la planta, José Luis Mateo, para tratar de negociar un cambio de parecer.

Ambos directivos, no obstante, mantuvieron su negativa a dar continuidad a la producción en Narón, asegurando que “no es rentable porque en estos momentos hay mucha saturación de mercado y de materia prima”, pese a que la compañía cerró el pasado ejercicio con buenos márgenes de beneficios.

Font y Mateo aseguraron, además, que la empresa pretende recolocar a una veintena de los trabajadores despedidos –una decisión calificada de “insuficiente” por Ferreiro, teniendo en cuenta que la plantilla supera el centenar de personas– y el el administrador concursal se anunciará en breve.