Madonna, que se trasladó a Portugal a finales de verano, ha utilizado las redes sociales para quejarse, con humor, de sus dificultades para encontrar casa en Lisboa.
“No consigo encontrar casa en Lisboa, pero maldita sea... seguro que puedo encontrar un caballo”, escribió la artista junto a un vídeo publicado en Instagram en el que se la puede ver cabalgando en la playa de Comporta, municipio situado a una hora de la capital lusa.
Desde su aterrizaje en Portugal, la reina del pop permanece instalada en un hotel de lujo situado en el lisboeta barrio de Alcántara, a orillas del río Tajo.
La prensa rosa portuguesa asegura que la artista ha reservado la mejor suite, con techos altos y estética palaciega, que cuenta con dos salas de estar y una terraza de 33 metros cuadrados, además de una amplia habitación que antes de a la reina del pop alojó al expresidente de EE.UU. Bill Clinton o al cantante Prince.
Es una solución provisional mientras encuentra casa, algo que, a juzgar por su comentario, parece que le está resultando complicado en Lisboa, una ciudad en la que la venta de inmuebles de lujo se ha incrementado sustancialmente en los últimos meses, al calor de la llegada de estrellas como Mónica Bellucci o Michael Fassbender.
La cantante estadounidense, que levanta gran expectación entre los paparazzi lusos, fue vista el mes pasado visitando un palacete del siglo XIX encajado en una propiedad de alrededor de 7.000 metros cuadrados y que parece que no ha podido adquirir.
Paralelamente a la búsqueda de vivienda, Madonna continúa con sus trámites para instalarse definitivamente en Portugal.
La semana pasada abordó su situación legal con la ministra de Administración Interna de Portugal, Constança Urbano de Sousa (equivalente a la cartera de Interior), para poder pasar de “turista” a beneficiaria de una “autorización especial de residencia”.