El Recimil eligió mal el día para carecer de inspiración pues el Reale Thebes se presentaba en Ferrol como un adversario asequible y ante el que los ferrolanos podían recortar distancias en la clasificación. Los pupilos de Roberto Rivera no comenzaron bien el partido en tareas defensivas y ello les llevó a encajar 24 puntos en el primer cuarto. Sin embargo, mejoraron en esta parcela y lograron reducir diferencias y llegar al descanso solo dos puntos abajo en el marcador.
Si hasta ese momento la actuación de los colegiados había sido muy cuestionada por los locales, a partir del descanso, las decisiones arbitrales acabaron por descentrar al equipo anfitrión, que vio como su rival se escapaba irremediablemente en el marcador. Sin restar mérito a la victoria del Reale Thebes, desde el Recimil se consideró el trabajo de los dos colegiados más que cuestionable y por ese motivo la entidad presentó una queja formal ante el Comité Galego de árbitros.
En ella se refieren datos como el dispar criterio en la señalización de personales –mediado el último cuarto los locales habían sido sancionados con 28 faltas y su adversario solo con seis–, falta de conocimiento del reglamento –no descalificación del entrenador local tras recibir una técnica y su banquillo otras dos– y falseamiento del acta –se recogen insultos por parte de un jugador del Recimil que el club insiste en que no se produjeron–.
Por ello, el club solicita “más seriedad” por parte del único estamento “que cobra por sus servicios en esta liga”.