La clásica popular por excelencia de Ferrolterra, el Memorial Adolfo Ros-Volta á Ría, demostró en su trigésima edición que goza de una salud envidiable, tal y como acredita el cerca de un millar –concretamente 962– de deportistas que completaron la carrera solo en su categoría absoluta. Una cifra a la que hay que añadirle un buen número de jóvenes atletas que se sumaron a la convocatoria dentro de las categorías de base.
El andaluz Óscar Martínez y la carballesa Vanessa Lafuente lograron inscribir su nombre en el cuadro de honor de esta media maratón, la más antigua de toda Galicia, en una edición en la que los participantes tuvieron que enfrentarse a un recorrido no exento de dificultades, con subidas y bajadas que pusieron a prueba la resistencia de los sufridos atletas. Los “veteranos” volvieron a imponer su ley en un pelotón que se fue fraccionando a medida que avanzaban los kilómetros y los atletas se iban acomodando al ritmo que mejor se adaptaba a sus fuerzas y aspiraciones.
Óscar Martínez Canales, del Olimpo, fue el que se mostró más fuerte dejando atrás a todos sus adversarios, incluido a uno de los favoritos, un Carlos Piñeiro que finalmente no fue capaz de finalizar la prueba. Su registro en meta una vez completados los algo más de 21 kilómetros de recorrido fue de una hora, once minutos y 28 segundos. Un minuto y 44 segundos inferior que el segundo clasificado, Julen Basterretxea –La Blanca–, y casi dos minutos y medio mejor que el del tercero, Francisco José Sánchez López –Santiago–.
Ocupando la trigésimo cuarta plaza en la general absoluta, la Carballesa del Atletismo Sada Vanessa Lafuente, que logró el triunfo en la categoría femenina gracias a un registro de una hora 20 minutos y 55 segundos. Por detrás, completaron el podio Ana Belén González –del Albións– y la mugardesa María Cabadas –Corredores Populares de la Armada– a más de casi ocho y diez minutos, respectivamente.
Desde hace algunos años, el Adolfo Ros tiene un carácter estrictamente popular, sin dotación de premios en metálico, lo que, como quedó patente en esta edición, no es óbice para que la carrera esté cada vez más consolidada en el panorama autonómico. En esta ocasión, además, se inauguró una categoría para invidentes –desierta– y otra de “handbike” –ganó Iván Montero Ferreiro– y el polifacético Álvaro Illobre completó la carrera en silla de ruedas manual.