Lo que está consiguiendo el Racing como local es de récord. El equipo ferrolano encadenó ayer su novena victoria consecutiva en A Malata y por eso se mantiene a tres puntos de las cuatro primeras posiciones, esas en las que quiere estar al final de la liga regular para jugar la fase de ascenso a Segunda. El triunfo frente al Atlético Astorga no resultó ser el más brillante de toda esta serie, pero al menos el equipo ferrolano demostró capacidad de reacción para remontar el tanto inicial de los visitantes y terminar por imponer su capacidad, con lo que mantiene intactas sus opciones de llegar a la zona deseada en las próximas jornadas.
El empuje de los primeros minutos y el hecho de generar las dos primeras ocasiones parecían hacer del Racing el principal candidato a hacerse con la victoria. Sin embargo, el que casi fue único acercamiento del Atlético Astorga a la meta racinguista en la primera parte se convirtió en gol –un centro desde la derecha que Ivi Vales, solo en el segundo palo, remachó a la red–, así que la situación del partido cambió radicalmente y obligó al equipo ferrolano a remar contra corriente.
De todas formas, este nuevo decorado no varió la manera de proceder del cuadro verde, que siguió insistiendo en sus ataques sobre la portería de un rival que, además, no parecía demasiado contundente para frenar el peligro rival. Por eso, en una de estas llegadas, el conjunto local logró el tanto del empate –un pase de Joselu a Pablo Rey que, dentro del área, cruzó la pelota al fondo de las mallas de la portería visitante– y evitó que los nervios pudiesen empezar a aparecer entre sus jugadores y sus aficionados.
Lo que sí hizo este tanto, sin embargo, es meter el partido en una fase de menor intensidad en la que, a pesar de que el Racing era el que llevaba la iniciativa en el juego, sus llegadas a la meta contraria ya no eran tan efectivas como hasta entonces. Por eso, el choque fue discurriendo lentamente hasta el descanso sin que el marcador se moviese, por un lado por falta de remate y por la otra por la ausencia casi absolutad de llegada a la meta rival.