La protectora de animales Arco da Vella trasladará el proyecto de refugio que había emprendido hace escasos meses en la parroquia de Sequeiro, en Valdoviño, a otro municipio. Así lo ha confirmado ayer la propia presidenta de la entidad, Yolanda Bellas, ante el conflicto surgido con el Ayuntamiento, con respecto a las instalaciones que hasta ahora gestionaban en la carretera de Meirás.
Las naves, en régimen de alquiler, no contaban con los requisitos necesarios para que la administración local les concediese la licencia de actividad. “Nosotros fuimos los que le notificamos al Concello que no teníamos fosa séptica, de hecho solicitamos licencia de obra por registro en septiembre de 2011, sin que hasta ahora hubiéramos tenido respuesta por parte del Ayuntamiento”, señaló Bellas.
Sin embargo, el alcalde de Valdoviño, José Antonio Vigo, indicó que ante la falta de documentación “no les podíamos conceder ninguna licencia para realizar la obra. No es un capricho, se trata de que tienen que cubrir unas condiciones mínimas de salubridad”, insistió.
El regidor local apuntó que la protectora no podía seguir en estas condiciones en el municipio por lo que la entidad ya estudia trasladar su proyecto a As Pontes o incluso optar a la gestión de la perrera de Mougá.