El traslado de los puestos del mercado de Pontedeume a los antiguos galpones de Raxoi, en la zona portuaria, ha estado sembrado de dudas desde el inicio del proceso para once de los catorce placeros que ya tienen adjudicada su ubicación en las nuevas instalaciones. El colectivo, representado por el despacho de abogados de Emma González, critica que se vaya a proceder a una modificación del objeto de una concesión administrativa en vigor como son los negocios de la plaza “sin expediente administrativo, sin informe de la Secretaria y sin notificar nada hasta el día de hoy [por ayer] a los titulares de la concesión”, puntualizan desde el bufete.
Los afectados recibieron ayer una notificación del Ayuntamiento conforme tienen un plazo de diez días para proceder al traslado y al acondicionamiento del puesto para el ejercicio de su actividad. “No les importa lo que pueda suceder con determinados elementos que no pueden trasladarse físicamente por estar anclados al suelo o a paredes” explican, y añaden que aunque quieran trasladarse ahora tienen que ir a pedir las llaves de las instalaciones al Ayuntamiento, ya que los puestos carecen de elementos de seguridad como enrejado o persianas.
Denuncian además que desconocen el período de tiempo que durará el traslado, condicionado a la rehabilitación del antiguo mercado que como ya informó este periódico, se realizará en dos fases –la primera, la que afecta a la reparación de la cubierta, tiene un plazo de ejecución de tres meses–. El hecho de que este intervalo de tiempo no se les vaya a descontar del plazo de concesión y que tampoco se les vaya a rebajar el canon de la concesión agrava su descontento. Pero lo que les parece más grave es que el alcalde, Gabriel Torrente, no les haya podido garantizar que cuando acaben las obras del mercado, éste se vaya a trasladar de nuevo a su emplazamiento original.
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Por su parte, el regidor local, Gabriel Torrente, explicó que el Ayuntamiento contó en todo momento con los placeros a la hora de rehabilitar el mercado provisional y que incluso se incorporaron reivindicaciones como que cada puesto estuviese dotado de una cámara frigorífica, equipamiento que no tenían algunos negocios en el antiguo mercado. “Los puestos tienen su mostrador y su cámara y algunos ya se podrían trasladar sin coste alguno ahora mismo”, explica e insta a los placeros a que soliciten una copia de la llave en el consistorio para realizar la mudanza.
Con respecto al regreso a su emplazamiento original, el alcalde ha confirmado que a muchos de ellos no les puede ofrecer garantías porque su concesión termina en 2015. “No puedo garantizar que en dos años las obras en el mercado estén concluidas, sin embargo para el que la concesión le termina en 2025 a ese sí que se lo puedo garantizar”, explica.
Insiste en que la rehabilitación del mercado es una reivindicación de los propios placeros y destaca el esfuerzo inversor –400.000 euros– realizado para acondicionar las instalaciones provisionales “que ya quisieran para sí otros mercados de abastos”.