Cedeira regresa a la época celta con la celebración del Lugnasad

Cedeira regresa a la época celta con la celebración del Lugnasad
La jornada comenzó con el tradicional desfile por las calles | e.cortizas

Con el objetivo de elegir a la persona idónea con la que pasar el próximo invierno, unas treinta parejas de novios llegados desde distintos puntos de Galicia y España –Ferrol, A Coruña, Santiago, Cangas, Pontevedra, Lugo, Barcelona, Sevilla o Madrid–, Francia e incluso Colombia se dieron ayer el sí quiero en la celebración castreña Lugnasad de Cedeira. La actividad, comenzó, como viene siendo habitual, a las doce del mediodía con el desfile de los protagonistas desde el poblado creado para la ocasión y caracterizado como la época celta en la Madalena hasta la Casa del Concello, donde fueron recibidos por los responsables municipales para, una hora más tarde, realizar la presentación de manera oficial en la Praza Roxa.
Ataviados con túnicas, coronas de flores, sandalias y cualquier otra prenda susceptible de ser utilizada hace siglos por los habitantes de la zona, las parejas fueron paseando por la villa acompañados de gaitas y tambores que ayudaron a crear todavía más un ambiente festivo.
La celebración continuó por la tarde, después de la pertinente comida, con juegos populares para los más pequeños –la búsqueda del grial y el hombre del saco– y también actividades para los no tan niños a base del lanzamiento del tronco, hueso al caldero y tiro de cuerda en la que las risas y las caídas estuvieron aseguradas.
A las ocho de la tarde el grupo local Asoaxe llevó sus particulares mezclas de bossanova, tango, bolero, canción de autor, música portuguesa, sudamericana, gallega y pop a la villa, algo que calentó los motores para el acto central: las bodas celtas.
La treintena de parejas pasó por el particular altar organizado, como toda la celebración en sí por la Asociación Amigos de Lugnasad, pasados treinta minutos de las once de la noche, teniendo a luna y a las decenas de vecinos y turistas curiosos que estos días pasan sus vacaciones en la villa como testigos.
Tal y como indican desde la organización, la unión tiene vigencia de un año “aínda que tampouco existe data de prescripción”. Manuel Aneiros, impulsor de la iniciativa, destacó la importancia del evento debido a la gran afluencia de visitantes que atrae a Cedeira, lo que genera buen ambiente y negocio tanto en los hoteles como en la hostelería. l

Cedeira regresa a la época celta con la celebración del Lugnasad

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