El parque de Bens se adaptará a los perros y compatibilizará la naturaleza con el uso para el ocio familiar

El parque de Bens se adaptará a los perros y compatibilizará la naturaleza con el uso para el ocio familiar

El parque de Bens podría tener un destino completamente distinto al que pactó el anterior Gobierno del PP con la Fundación Jorge Jove. Olvidándose de que existe un convenio de cesión de terrenos vinculante, las concejalías de Participación y Medio Ambiente salieron ayer a la palestra para anunciar un proyecto de usos basado en las peticiones de la ciudadanía. Las representantes del Ayuntamiento rechazaron por completo la iniciativa museística y aseguraron que en junio comenzarán a comprar todos los materiales que se precisan para convertir a las mascotas en protagonistas en el espacio verde, que también tendrá lugares de observación de la riqueza medioambiental de la zona.

La concejala de Participación, Claudia Delso, dio ayer cuenta del proceso participativo que se celebró el pasado mes de septiembre en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente “para repensar os usos dun deses enclaves verdes da cidadanía”. Aludió de esa manera al parque de Bens, para cuyo futuro se contó con las opiniones de dos asociaciones vecinales, Cancoruña, la entidad Hábitat y Adega, entre otros pocos colectivos.

De estas sesiones surgió un “modelo de convivencia” que pasa por ceder espacio al disfrute de las mascotas, instalar merenderos y áreas para practicar deporte y algunos espacios para disfrutar de la naturaleza.

En esta cuestión se centró la edil de Medio Ambiente, María García, que explicó que el plan que se empezará a fraguar a partir de junio “tenta dar resposta a diferentes demandas” con interés especial por los apartados de “esparcemento de cans”. La idea que surgió en la primera convocatoria de los presupuestos participativos sobre la instalación de un circuito de agility se plasmará en Bens.

 

Una hectárea reservada

El entorno se dividirá en unos terrenos para ocio y otros de convivencia, los primeros de los cuales requerirán que las mascotas paseen con correa (a excepción del parque específico que se creará para los perros, que abarcará alrededor de una hectárea, como o “campo de Riazor”, que es un “recinto nada tacaño”).

Allí se implantarán unos departamentos para que los propietarios puedan emplear duchas y lavaderos para sus animales. Ya en el espacio de convivencia se permitirá el acceso libre de estos en compañía de sus dueños. García dijo confiar en la responsabilidad de las personas para saber si sus canes pueden estar sin correas o sin bozales.

En esa segunda zona tendrán prohibido el acceso al parque infantil, que será otra de las grandes novedades de Bens. Desde Medio Ambiente destacaron también las facilidades que se les pondrán a las familias para gozar del lugar con una amplia zona de merenderos junto al actual estanque. Igualmente habrá usos deportivos, tanto para juegos colectivos como para el running o las rutas en bicicleta que conectan con la ciudad. Ambos departamentos tienen previsto reservar un hueco para elementos de skate. Por último, se potenciará el uso paisajístico, tanto de los miradores como área de conservación y observación de la fauna y la flora con lugares específicos.

Tras dar a conocer todas estas medidas con mapas en los que se reflejaba la ocupación total de las 33 hectáreas del parque, las concejalas reconocieron a preguntas de los medios que ha quedado totalmente descartado el Museo de Automoción e Historia pese a que este también contase con el apoyo de parte de la ciudadanía.

El Ayuntamiento no aclaró cómo solucionará el convenio de cesión de los terrenos por 90 años que existe en favor de la Fundación Jorge Jove para la parcela dotacional y defendió que sigue ofreciendo alternativas.

 

El parque de Bens se adaptará a los perros y compatibilizará la naturaleza con el uso para el ocio familiar

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