La fusión entre las cocinas callejeras del mundo, como la unión entre el gyro griego y la arepa colombiana, platos típicos de las izakayas (tabernas) japonesas que recuerdan el tapeo español y especias africanas son algunas de las tendencias gastronómicas que llegarán este año.
La comida callejera sigue en auge, ya no sólo en las gastronetas, sino también en restaurantes informales y locales establecidos en mercados, y los crepes, bollitos y panecillos para comer con las manos viajan de un país a otro para mezclarse y enriquecerse, según el estudio “Tendencias en sabores 2018” elaborado por McCormick y presentado ayer en Madrid por el cocinero Ángel León, cuyos restaurantes Aponiente y Alevante suman cuatro estrellas Michelin.
Un ejemplo son los baos, bollitos al vapor originarios de China que se admiten todo tipo de rellenos, incluso dulces, como el de plátano, crema, canela y caramelo, inspirado en la británica tarta banoffee. En España gusta el tapeo, pero a lo largo de este año proliferarán las propuestas de izakayas, con su ambiente informal y sus propuestas muy similares a las tapas.
El glaseado de yakitori con miso y sake, los onigiri (bolas de arroz rellenas) y condimentos como el fruikake, mezcla de algas sésamo, pescado deshidratado, azúcar y sal se incorporarán a la oferta de restauración. También sabores del Este africano como la mezcla de especies “berbere” de Etiopía o los mishkaki, pinchos de carne con un adobo a base de limón, tomates y papaya verde. Las bebidas saludables llegan con fuerza, en forma de zumos y cócteles sin alcohol.
También vendrán con fuerza las elaboraciones en las que los comensales participan de forma activa, como el hot pot, tradición de Asia orientalen la que los ingredientes que se cocinan al momento en un caldo caliente. El informe está elaborado por 40 cocineros, expertos culinarios, científicos sensoriales, dietistas, captadores de tendencias, expertos en mercadotecnia y técnicos de la alimentación de todo el mundo.