El presidente del PP, Pablo Casado, ha fulminado como candidato a lehendakari al líder de los populares vascos, Alfonso Alonso, con quien siempre ha tenido una tensa relación desde el inicio de su mandato al frente del partido.
Alonso, al igual que la mayoría de los dirigentes del PP de Euskadi, apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias de julio de 2018, en un intento de dar continuidad a la labor de Mariano Rajoy, del que siempre se ha reconocido uno de sus hombres de confianza.
De hecho, poco después de la elección de Casado como presidente, en el verano de 2018, Alonso llegó a criticar que no hubiera hecho una "integración real" en la nueva dirección del partido surgida del último congreso extraordinario.
Alonso fue reelegido presidente del PP vasco en marzo de 2017, después de que Rajoy le pidiera que volviese un año y medio antes a Euskadi para asumir las riendas de la organización tras la dimisión de Arantza Quiroga.
La que fue presidenta del Parlamento Vasco fue duramente criticada por el propio Alonso y otros compañeros de partido por su intento de promover un acuerdo sobre convivencia con todos los partidos, incluido EH Bildu.
La tensión y desacuerdos de Alonso con la dirección nacional del PP han sido públicas y notorias en varias ocasiones, y quizás tuvo su punto álgido cuando la actual portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, criticó la, a su juicio, "tibieza" de los populares vascos con el nacionalismo.
Esas palabras provocaron un enorme malestar entre los populares vascos. El entonces presidente del PPde Gipuzkoa, Borja Sémper, respondió a Álvarez de Toledo que mientras que a compañeros suyos ETA les arrebató la vida por defender el constitucionalismo en Euskadi, otros andaban por "mullidas moquetas".
Otro momento tenso fue cuando la dirección nacional del partido impuso las listas para las elecciones generales de abril del año pasado, especialmente a los cabezas en Bizkaia y Gipuzkoa, Bea Fanjul e Iñigo Arcauz, en contra del criterio de la dirección del PP vasco.
El PP vasco se quedó, por primera vez, sin representación en el Congreso y por debajo de los 100.000 votos. Los populares vascos achacaron este mal resultado al giro a posiciones más conservadoras adoptado por Casado por la presión de Vox.
En las últimas semanas también Alonso y la dirección nacional del PP han mantenido una relación muy complicada, porque el hasta ahora candidato pedía que se le ratificase ante el previsible adelanto electoral por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu.
No fue hasta después de que este anuncio cuando se le designó candidato, junto a Alberto Núñez Feijóo, como candidato a la reelección como presidente de la Xunta de Galicia.
Durante los días previos a la elección como candidato e incluso después, Alonso repetía una y otra vez que Casado le había mostrado, en público y en privado, su apoyo, aunque, como decía él mismo el "ruido" en torno a su persona debía acabar.
Ese "ruido" ha terminado llevándose su candidatura por delante. Ahora habrá que ver cuál es su futuro como presidente del partido en Euskadi. EFE