Familiares y amigos de las 150 personas que componen la dotación del buque de aprovisionamiento “Patiño”, despidieron ayer a los marinos de la Armada que tomarán parte, una vez más, en la operación “Atalanta” de la Unión Europea que lucha contra la piratería en aguas de Somalia.
El acto de despedida estuvo presidido por el comandante accidental del Grupo de Acción Naval, el capitán de navío Gonzalo Villar Rodríguez.
Los marinos no retornarán a Ferrol hasta los primeros días del mes de mayo de 2018, fecha en la que concluye previsiblemente su participación en la operación de vigilancia que se desarrolla en aguas del Índico.
Dos décadas de servicio
El “Patiño”, al mando del capitán de fragata Ricardo Jaime Fernández López, es un buque de aprovisionamiento de combate que cuenta con una capacidad aproximada de almacenaje de nueve millones de litros de combustible, y dispone además de bodegas en las que es posible guardar hasta de 2.000 metros cúbicos de materiales varios como munición o víveres, entre otros. Su dotación actual está compuesta por 150 personas.
El “Patiño” junto con el “Cantabria” constituyen el plantel de buques logísticos de la flota española y forman parte del denominado Grupo Número 1 de Acción Naval.
Este barco de la Armada, con se construyó a mediados de la década de los noventa en los astilleros de Navantia, en Ferrol. Los trabajos dieron comienzo en septiembre de 1992 y el 22 de junio de 1994 fue botado en las instalaciones de Bazán. El “Patiño” recibió la bandera de combate, en Vigo, el 26 de marzo de 1998. Durante estos 22 años de servicio el buque, ha sido objeto de varias modificaciones que han variado su capacidad en respuesta a las necesidades puntuales de la Armada. Desde que se construyó, ha participado en otras ocasiones como buque de mando en la operación “Atalanta”. Este navío ha estado ausente de la base un promedio de 140 días al año, de los cuales 120 son días de navegación propiamente dichos.