Paticipación ha colgado en la web del Concello el nuevo borrador de la ordenanza municipal de protección de los animales y convivencia responsable. Se puede acceder a él ya desde la portada, en el apartado destacados. Los vecinos pueden hacer las sugerencias que estimen oportunas hasta el jueves 25 de febrero (el plazo se abrió el miércoles 10). Las propuestas pueden entregarse en el Registro o a través del correo participación@ferrol.es.
El nuevo borrador modifica en algunos aspectos el que elaboró en su día la edila María Teresa Riveira. Ahora esta gestión la asume Álvaro Montes, que completará los trámites antes de dejar de nuevo la responsabilidad en el sustituto de Riveira, Luis Victoria, que tomó posesión a finales de enero.
El principal cambio tiene que ver con el horario de paseo libre de los animales, que en el primer borrador estaba fijado a distintas horas de la noche y al mediodía, pero que en este se deja abierto a una regulación posterior. En las demás cuestiones hay una reordenación de artículos y matices que aclaran cuestiones respecto a, por ejemplo, el control de las colonias felinas, en las que ahora se habla de castración pero como una posibilidad siempre bajo supervisión veterinaria.
También el apartado de sanciones se mantiene como se había escrito. Se pueden imponer multas de 100 a 500 euros por sanciones leves (entre las que se incluyen el tener a los animales atados más de ocho horas al día, la falta de la documentación y las vacunas, la no recogida inmediata de los excrementos depositados en la vía pública o el incumplimiento de los horarios y espacios públicos que se determinen como aptos para los animales. Su imposición corresponde al alcalde.
Las infracciones graves se pueden sancionar con multas de entre 501 y 5.000 euros e incluyen maltrato, mutilaciones, abandono, venta ilegal, suministración de drogas, la tenencia de animales peligrosos sin protección o la reincidencia en infracciones leves, entre otras. Las impone el director xeral de Conservación da Natureza.
Las infracciones muy graves tienen sanciones de hasta 30.000 euros, las impone la Consellería de Medio Ambiente y están relacionadas con maltrato que cause la muerte, las peleas o espectáculos que impliquen sufrimiento, la venta para experimentación o el sacrificio sin control médico.