Punto final a la buena racha

Punto final a la buena racha
A Malata partido de fútbol entre el Racing y el Marino

Cuando menos se aguardaba –porque el rival que tuvo enfrente, el Marino, es uno de los señalados para estar luchando por la permanencia–, y de una forma un tanto inesperada –después de adelantarse en el marcador, lo que parecía más difícil–, la racha de siete partidos sin perder que acumulaba el Racing llegó a su fin. El 1-2 final fue el resultado de un mal día, una jornada en la que el equipo ferrolano no estuvo acertado en casi nada, lo que hizo que los puntos volaran de A Malata para retrasar las aspiraciones del cuadro verde de acercarse a las cuatro primeras posiciones, las que clasifican para la fase de ascenso.

No fue, como se esperaba, un partido cómodo. Obligado a llevar la posesión de la pelota, el Racing sufrió para superar la primera línea de presión de un rival que, por contra, generaba peligro cada vez que recuperaba la pelota. Con Álex Arias como principal exponente de las intenciones visitantes, solo la lesión de este –que lo obligó a ser cambiado antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora de partido– frenó un tanto las intenciones de un cuadro visitante que, sin embargo, poco a poco fue viendo cómo su rival se iba encontrando mejor para generar las primeras ocasiones, con Joselu y Juan Antonio como protagonistas de los intentos.

El premio a la insistencia del equipo ferrolano llegó poco antes de la media hora de partido gracias al empalme de Álex López tras un centro desde la izquierda prolongado en el primer palo. El tanto, además, hizo que el cuadro verde pasase el tramo final de la primera parte de una manera más o menos cómoda, consiguiendo que el rival no le apretase.

Dormido

Entró dormido el Racing a la segunda parte y el Marino estuvo a punto de conseguir el empate en tres llegadas casi consecutivas a la meta defendida por Diego Rivas –la más clara, un disparo desde la frontal del Lora que el meta naronés despejó “in extremis”–. Fue un período que duró algo más de un cuarto de hora y que terminó cuando un error de Quique Fornos al tratar de jugar la pelota permitió al visitante Boedo plantarse antre el meta racinguista para batirlo.

Empezó ahí un nuevo partido, en el que el Racing trató de acelerar el ritmo para tratar de recuperar la ventaja en el marcador. Sin embargo, sus intentos no tuvieron ni la claridad ni la precisión necesarias –de hecho, se ciñeron sobre todo a acciones a balón parado en las que, sin embargo, no se llegó a crear un verdadero peligro– para transformarse en ocasiones. En cambio, el cuadro visitante, que ya estaba conforme con el empate, no perdió la ocasión de buscar la portería del equipo rival.

Fue así como, tras una acción a balón parado que el cuadro verde no fue capaz de despejar con contundencia, el meta Diego Rivas cometió penalti sobre el visitante Morilla que el capitám Guaya transformó en tanto. Quedaban poco menos de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario y el equipo ferrolano, a la desesperada, buscó el tanto. Pero el de ayer no era su día y por eso se quedó con la derrota... y sin la racha. l

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