El responsable comarcal de la Federación de Alimentación, Mar e Transporte de la CIG, Fran Cartelle, acusó ayer a los directivos de la conservera cariñesa Modesto Carrodeguas de “reducir premeditadamente a súa actividade” para preparar así “as bases para subcontratar determinadas tarefas” y “precarizar as condicións de traballo do persoal”.
La central nacionalista recuerda que la empresa lleva dos años “cunha continua mingua na ocupación”, por lo que “a maior parte do seu plantel está sen traballar”, algunas de ellas, puntualiza, “durante máis dun ano”.
No obstante, esta situación no afecta por igual a los dos sexos y, en ese sentido, Cartelle señala que “casualmente o persoal masculino é o que se mantén na fábrica”.
La CIG explica que el mes pasado el grupo Modesto Carrodeguas externalizó la labor de limpieza y pelado del atún, tarea que están realizando trabajadoras de la propia empresa empleadas por la subcontrata, Externa Servicios. Esto, señala el portavoz de la FGAMT, supone la “precarización” de sus condiciones de trabajo, al aplicárseles unos salarios “moi inferiores aos do convenio estatal so sector de conservas, ahumados, cocidos, secados, elaborados, salazones, aceite y harina de pescados y mariscos. Según denuncia el sindicato nacionalista, las trabajadoras son “obrigadas” a realizar jornadas de trabajo de once horas “sob pena de rescindirlles o contrato”, pese a que muchas de ellas venían trabajando con el grupo conservero desde hace muchos años.

otra empresa
Por otra parte, la CIG advierte de que estas empleadas están trabajando no para Modesto Carrodeguas, sino, como figura en sus contratos, para la firma Conservas Ría de Vigo, cuya socia única es, dice Cartelle, la mujer de Carrodeguas.
La central adelanta que “imos facer todo o posíbel para que se regularice a situación na fábrica e que se coñezan as tropelías que está a cometer este empresario coas súas traballadoras”.