Operación Triunfo fue en su día un fenómeno de masas a nivel nacional que trascendió más allá de nuestra geografía. La primera edición fue la más prolífica en cuanto a la salida profesional de los concursantes que tomaron parte en el certamen. De aquella primera hornada, la más exitosa en cuanto a cuota de pantalla de la historia de la televisión, salieron grandes cantantes con trayectorias muy dispares pero destacadas igualmente. Curiosamente, la ganadora, Rosa López, que resultó ser la preferida por el público gala tras gala no cosechó el mismo éxito a nivel profesional que otros compañeros que quedaron finalistas de aquella edición como David Bisbal, David Bustamante o Chenoa.
Algo parecido podría ocurrir en esta edición, en la que, una vez más, el público tiene la última palabra y se salvan concursantes que caen bien a los espectadores, no tanto por su saber hacer vocal como por su carisma y peculiar personalidad. En el caso de la concursante eumesa, Miriam Rodríguez, bautizada por su rigor y profesionalidad como la “leona”, no se ha ganado hasta la fecha el título de favorita del público, aunque sí que lo ha sido para los miembros del jurado que desde la gala 0 han destacado su capacidad vocal y técnica, además de valorar su gran trabajo y esfuerzo diario para superarse.
Después de nueve galas y la especial de Navidad Miriam ha vivido situaciones buenas y otras no tanto dentro de la academia. Ha pasado por momentos delicados de salud que han afectado a su voz y también ha debido sobreponerse al hecho de saberse nominada por los miembros del jurado, que en más de una ocasión manifestaron no entender qué ocurría con una persona como ella, dotada de una excelente voz y mejores capacidades, que nadie cuestionaba, pero que no lograba brillar en las galas en directo. También sugirieron en más de una ocasión que la nominaban estratégicamente para que ella misma pudiera escoger el tema para la siguiente gala, poniendo en duda así la elección que realizan los profesores de la academia y que también ha sido muy cuestionada por parte de los fans y seguidores de la eumesa, que aumentan cada día. Miriam ha sido nominada en tres ocasiones, en una de ellas fue salvada por los profesores y en otras dos por sus compañeros. Tras esos momentos más difíciles también se han vivido episodios destacados como cuando en la gala 7 uno de los miembros del jurado, bautizado como el “hueso” de esta edición, Joe Pérez-Orive, elogió la actuación de Miriam. Este especialista en marketing y promotor de conciertos le dijo sin tapujos que si al finalizar Operación Triunfo “la industria no ve el brillo que hay en ti yo siempre estaré ahí”. Unas palabras que alegraron enormemente a la eumesa y a su legión de fans y seguidores. El contenido de esas palabras resultó más emocionante si cabe si se tiene en cuenta que Pérez-Orive no se caracteriza en esta edición por tener demasiadas palabras amables con los concursantes. También destacó el esfuerzo y generosidad con su compañera de actuación, bajando varios tonos para igualar voces, y agradeció poder disfrutar de su potencial.
En la gala 8 Miriam volvió a brillar con luz propia interpretando nada menos que un tema de Whitney Houston, “I wanna dance with somebody”, tema mítico de la fallecida artista estadounidense. Mónica Naranjo aseguró que hay que tener valor para enfrentarse a un tema de catalogado como “intocable”, según palabras de la catalana, quien aseguró que es una de esas canciones que solo suena bien en voz de la propia Houston. No obstante, destacó el buen hacer de la cantante eumesa, que avanza a paso firme y sumando méritos en el concurso.
Por otra parte, Miriam Rodríguez ha logrado situarse entre los favoritos del público para representar a España en el festival de Eurovisión, según publica el portal Spaineurovisioninfo.net, donde está igualada en la lucha por el tercer puesto con Alfred y Amaia, aunque ya estuvo situada en cabeza y los puestos varían a diario.
La eumesa acaba de pasar unas horas en su casa en Pontedeume donde pudo disfrutar con los suyos de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, aunque la noche del 25 ya la pasó de nuevo en la academia con sus compañeros, donde se preparan para la recta final del concurso y la posterior gira de conciertos. l