José Piñeiro González

José Piñeiro González
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José Piñeiro González, conocido como el hombre-pájaro de Galicia, fue el primer piloto gallego de aviación, teniendo una especial relación con Ferrol por ser en esta ciudad el lugar donde se dio a conocer como tal al llevar a cabo sus primeras acrobacias aéreas. Hijo de un contramaestre de la Armada, nació el 15 de diciembre de 1878 en la localidad de O Seixo, municipio de Mugardos. Estudió el bachillerato en San Sebastián, se alistó para la campaña de Puerto Rico y más tarde viajó a Argentina. Posteriormente siguió en España la carrera de Maquinista de la Marina Mercante, que terminó el año 1903. 
Tras realizar varios viajes a Cuba deja su carrera y el año 1906 se instaló en Sanxenxo, donde su padre estaba destinado. Allí se dedicó a los negocios, montando un molino harinero, una fábrica de gaseosas y una línea de autobuses entre Sanxenxo y Pontevedra. Fue nombrado el año 1912 concejal del ayuntamiento y más tarde, entre los años 1920 y 1922, fue alcalde de la localidad. El año 1912, tras presenciar durante las fiestas de la Peregrina en Pontevedra el primer vuelo efectuado en Galicia, llevado a cabo en una exhibición de unos pilotos franceses, José Piñeiro vende sus instalaciones industriales y a finales de ese mismo año se traslada a la escuela de pilotos de Pau (Francia), dirigida por el conocido aviador Louis Bleriot, obteniendo el título de piloto de aviación en un curso intensivo de corta duración. 
Gracias a la obtención de un préstamo, el piloto mugardés pudo comprar una avioneta con un motor de 50 C.V. de potencia de la casa Bleriot por 30.000 pesetas, regresando a Sanxenxo, donde preparó un amplio terreno de campo en el lugar de Baltar, cerca de la playa de Portonovo, para poder efectuar sus entrenamientos. Con motivo de la botadura en Ferrol del acorazado Alfonso XIII, a la que asistieron la infanta Isabel y el ministro de Marina, el 6 de Mayo de 1913 tuvo lugar una exhibición aeronáutica en las aguas de la ría ferrolana, que pudieron contemplar varios miles de personas desde la explanada de Caranza. 
Dentro del programa tuvo lugar la competencia entre José Piñeiro y el afamado piloto francés Poumet, que llegado el momento se niega a realizar la arriesgada pirueta conocida con el nombre del “vuelo de la gaviota”, que consistía en rozar el agua con una de las alas de la avioneta. La difícil acrobacia la llevó a cabo el aviador mugardés, pero al chocar con un madero flotante se cayó al mar con su aparato. José Piñeiro resultó ileso del accidente, reparando el avión siniestrado y comenzando de esa forma a crearse su fama popular. 
Reapareció  el mismo año 1913 en un festival aéreo de Burgos, obteniendo el primer premio en una competición realizada con los pilotos franceses Vedrines y Paumet. El piloto gallego viaja a continuación a Buenos Aires y Tucumán, invitado por el Centro Gallego, obteniendo un nuevo éxito, aunque en la capital argentina se rompió una pierna. De regreso a España, el año 1914 José Piñeiro actúa en A Coruña y Valladolid, volviendo a Cuba donde, a pesar de tener un nuevo accidente, obtiene un clamoroso éxito al realizar el primer vuelo invertido.
Siempre pilotando su avioneta Bleriot, el año 1915 por invitación de la Escuela Nacional de Getafe, el piloto gallego actúa delante de los Reyes de España, obteniendo un relevante éxito. Tras realizar una serie de actuaciones y exhibiciones a lo largo de diferentes lugares de España, el aviador Piñeiro celebra la última de ellas el año 1921 en Ribadavia, sufriendo un accidente final en el que destroza su aeroplano, razón por la que decide retirarse, entre otras razones dada la falta de medios para adquirir un nuevo y competitivo aparato.
Casado con Joaquina Migayo, con la que tuvo cuatro hijos, José Piñeiro decide instalarse de forma definitiva en Santiago de Compostela, lugar donde sus hijos cursaban estudios universitarios. Con motivo de la guerra de Marruecos intentó volver a la actividad, ofreciéndose a pilotar un avión militar pero no fueron necesitados sus servicios. José Piñeiro González falleció en la capital compostelana el 3 de Febrero de 1927, a causa de una pulmonía. Sobre su tumba, otro conocido aviador español, Durán Loriga, dejó caer un ramo de flores desde su avión.
A lo largo de diez años, desde 1911 hasta 1921, el piloto José Piñeiro en convirtió en un héroe popular, conocido en España e Hispanoamérica, siendo considerado por algunos como el mejor pintor de acrobacia del mundo en su época. Tanto Guillermo Llorca en la Gran Enciclopedia Gallega como Guillermo Escrigas en el Cuaderno de FerrolAnálisis titulado Ferrol en la Aviación, se extienden en la biografía del aviador José Piñeiro González. 
En la localidad de Sanxenxo, donde el piloto mugardés se afincó durante bastante tiempo y de la que fue alcalde durante dos años, se erigieron sendas estatuas en reconocimiento del aviador Piñeiro, mientras que no llegaron a realizarse los proyectos de dos monumentos en su honor, el primero en Santiago, obra del escultor Francisco Asorey, y el otro en su municipio natal de Mugardos, lugar de Beiramar, obra del pintor Bello Piñeiro, nacido en O Seixo como el piloto gallego. 
 

José Piñeiro González

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