El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, avanzó ayer la aprobación por parte del Consello da Xunta de la implantación del bono de alquiler social de 150 euros al mes para ayuda a las personas en situación de emergencia social que no puedan hacer frente al pago de la renta de alquiler. Se trata de una medida, dijo, que contará con un presupuesto de 3,3 millones para garantizar el coste del alquiler de 750 viviendas anuales.

Según detalló al término de la reunión del Consello, mediante este bono social, la Xunta concederá ayudas para el pago del alquiler de hasta 4.050 euros, a dividir a lo largo de dos años, la familias afectadas por desahucios a causa del impago. 

De manera concreta, añadió, el importe de esta ayuda será de 150 euros, que podrán concederse como un bono durante doce meses prorrogables por otros doce a las familias beneficiarias sin que el importe pueda superar el precio del alquiler.

Además, explicó, se podrán conceder otros tres bonos en un solo pago para hacer frente a los gastos derivados de la formalización del nuevo contrato; en concreto, la constitución de fianza y el alta de suministros. 

De esta manera el número máximo de bonos a conceder a una familia será de 27 en un período de 24 meses con un importe total máximo de 4.050 euros.

Feijóo señaló que, además, este programa permite la posibilidad de realojo de los afectados en viviendas gestionadas por el Instituto Galego de Vivenda. Y que, a su amparo, se podrán realizar dos tipos de intervención, en función de se la unidad familiar corresponde a un colectivo de atención preferente o no.

Así, en el caso de las unidades familiares incluidas en algún colectivo de atención preferente, como desfavorecidos, vulnerables o en situación de exclusión social, el IGVS podrá realizar el realojo en una vivienda gestionada por el organismo, preferiblemente en las viviendas puestas a la disposición de la Xunta por la Sareb, por las entidades financieras o, en su defecto, en una vivienda de promoción pública propiedad del IGVS.

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Se considerarían colectivos de atención preferente las familias numerosas o monoparentales con hijos a cargo, las familias con todos sus miembros en situación de desempleo, o las mujeres víctimas de violencia de género que estén en esta situación con una antigüedad de 12 meses.

Y por otra parte, también podrán acceder a las ayudas del programa bono de alquiler social las unidades de convivencia que no pertenezcan a ninguno de estos colectivos. Feijóo explicó que se trata, en definitiva, de familias que ya tienen fecha de desalojo de su vivienda alquilada.

Las ayudas del bono de alquiler van dirigidas la unidades familiares o de convivencia con ingresos ponderados que no superen 1,5 veces el Iprem, lo que supone entre 745,51 euros mensuales para una sola persona y 1.553,15 euros para una familia con cinco miembros o más.

Inicialmente, prosiguió, el programa estará dotado con 3,3 millones ampliables en función de las necesidades que se vayan albergando, que permitirán dar cobertura a la totalidad de los desahucios por impago de alquiler que se produzcan y que cumplan los requisitos establecidos.

Explicó así que con este dinero “podremos afrontar el coste de 750 viviendas anuales y, por lo tanto, ponemos a la disposición de las familias con dificultades, 750 viviendas adicionales de las que la Xunta se compromete a financiar el alquiler por un importe de 150 euros al mes.