El decreto del alcalde en relación con el nuevo sistema de acceso público al pleno –diez plazas de entrada libre, 50 para repartir como invitaciones desde los grupos a razón de dos por edil y diez para los medios de comunicación– se aplicará ya este jueves, pero sigue suscitando las críticas de la oposición.
El BNG ha decidido presentar una moción a esa misma sesión plenaria aunque la mayoría absoluta del PP hace previsible que la iniciativa tenga como resultado dejar simbólicamente de manifiesto el rechazo a la actuación del gobierno por parte de los grupos que secunden la propuesta nacionalista más que conseguir mudar la situación.
El portavoz del Bloque, Iván Rivas, explicó que la decisión de Rey Varela es, a su juicio, “antidemocrática e represora” y que su único propósito es “afondar na dinámica deste goberno de ocultar e evitar o debate político e a participación cidadá nas decisións que se toman no Concello”. Rivas recordó el rechazo de su formación política a anteriores determinaciones, como la limitación del número de mociones que puede presentar a pleno cada grupo o la reducción del aforo del salón donde se desarrollan las sesiones, que fue limitando la posibilidad de acceso de cerca de 90 personas en principio a 80 después y ahora a 70. “Agora se impide na práctica a participación dos veciños de maneira libre nun acto (por el pleno) que reflexa a acción política, condicionando a asistencia a unha invitación por parte dun grupo”. El edil nacionalista puso de relieve además que de las 60 plazas del salón de plenos –excluidas las 10 reservadas a los medios de comunicación– el PP repartirá 26, “casi o 50% do aforo para o público”. Las diez de acceso libre, abundó Rivas, son “un número ridículo e unha maneira de concebir a representación social absolutamente equivocada porque se pretende facer da sociedade un trasunto, un espello da representación política e iso non se axusta á realidade”. El portavoz criticó también que la decisión se haya tomado sin consultar antes a la oposición –se convocó una junta de portavoces en la que únicamente se dio a conocer el contenido de un decreto que fue firmado horas más tarde– e indicó que la moción no solo pretende revertir esta situación sino eliminar también la limitación del número de mociones por pleno para garantizar la vuelta de la participación democrática.
En el grupo municipal socialista todavía no han debatido el decreto sobre el acceso al pleno, pero la portavoz, Natividad González Laso, indicó que sí tienen ya algunas líneas de actuación marcadas. Entre ellas que sus 14 invitaciones –dos por cada uno de los siete ediles– se pondrán a disposición de todos los ciudadanos interesados sin filtro político ni de otro tipo, es decir, que podrán entenderse como sumadas a las diez de acceso libre, eso sí, solicitándolas en el grupo municipal, que es el que se ocupará de la distribución. También el BNG indicó que sus entradas –en este caso cuatro– se pondrán a disposición de los vecinos con total libertad.
Por lo que se refiere a la cuestión de limitación del acceso en sí, González Laso explicó que les gustaría que este fuese libre, pero reconoció que la medida que ahora aplicará el gobierno local ya funciona en otras instituciones. Destacó que lo más importante para su grupo es que se garantice el derecho a la participación ciudadana en el sentido de que se dé voz en el pleno a representantes de colectivos o personas a título individual cuando se aborden asuntos que les conciernen. También indicó que esas diez plazas de libre acceso fueron una modificación de la propuesta inicial del gobierno, que planteaba que todas fuesen repartidas por los grupos y a lo que se opusieron desde el PSOE.
La portavoz criticó también que el alcalde haya trasladado la responsabilidad de que los plenos puedan celebrarse –algo que consideró muy importante para debatir y explicar ideas– a los grupos de la oposición a través del reparto de invitaciones. “Esa es la carambola que le gusta hacer al PP”, concluyó.