Poco entienden los dirigentes del Racing y del Compostela que la Federación Gallega de Fútbol haya decidido que la final de la Copa Diputación, que enfrenta a ambos conjuntos, se celebre hoy y no mañana. Con ello, las dos formaciones apenas tendrán descanso en una etapa de la temporada en la que hay mucha carga de trabajo, por lo que no llegarán en el mejor momento para ese enfrentamiento.
Sin embargo, desde el ente federativo se decidió que ese envite se juegue a las 20.00 horas, en el campo de O Roxo, en Cerceda, con una entrada única de cinco euros, mientras que los niños no tendrán que pagar para presenciar el encuentro.
Para esa cita, el cuadro departamental contará con la baja de Diego Garrido, tras la expulsión que sufrió en el choque de semifinales ante el Boimorto.
Los pocos efectivos que, por el momento, tiene el conjunto racinguista en su plantilla, conlleva a que su entrenador tenga que convocar a algún juvenil para poder completar los dieciséis futbolistas que se pueden inscribir en el acta.
A pesar de ello, el cuadro verde aspira a conseguir la victoria ante un rival que está más rodado, principalmente, porque cuenta con una base importante de la pasada campaña y continúa con el mismo preparador. Entre sus jugadores hay varios con pasado verde, como Brais Abelenda y Marcos Remeseiro, además del eumés Álex Ares.
El conjunto compostelano se ha mostrado muy solvente a lo largo de la competición y se presenta, también, como el gran rival para el Racing en la lucha por alcanzar el título de liga, para tener ventaja en el play off de ascenso.
En cuanto al partido de esta tarde, el entrenador racinguista, Emilio Larraz, afirma que “no creo que tenga nada que ver este partido con los que vamos a jugar en la liga, porque los futbolistas aun no están al ritmo que todos deseamos. Además, el Compostela lleva mucho camino andado, con respecto a nosotros, ya que ellos han mantenido a gran parte del bloque”.
Por lo que se refiere a la trayectoria del cuadro verde en esta competición, el entrenador destaca que “la exigencia está siendo muy dura, porque hemos jugado un partido en un campo que parecía una piscina y otro encuentro con mucha niebla”.
El preparador aragonés hubiese preferido afrontar otro tipo de enfrentamiento, ante rivales de mayor nivel y en terrenos de juego con mejores superficies de las que se ha encontrado. l