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viernes | 26 abril | 2024
La ONG Dignidad tiene las maletas listas para su próximo viaje, que tiene como punto de destino Guinea Ecuatorial. En este país, la entidad, que cuenta con sede en Ferrol, lleva a cabo proyectos con el sector más desfavorecido, el de la infancia. Así, ha puesto en marcha escuelas e internados donde se forman entre 500 y 600 niños. El sistema de funcionamiento es el apadrinamiento desde España, que presta, además, asistencia médica con viajes al menos una vez al año.
Aunque todas las delegaciones colaboran, los proyectos vinculados con Guinea se gestionan desde Dignidad Madrid, con sede en Navalcarnero, y que preside un ferrolano, Fernando Romero. Este fin de semana ha visitado Ferrol desde donde se ha hecho entrega de material para llevar a los niños de Guinea, especialmente ropa, calzado y juguetes.
Romero es además médico de profesión y visita habitualmente, con un equipo de profesionales de la salud, Guinea para prestar asistencia. Además, ha traído en ocasiones a algunos niños para ser operados en España.
Ahora, sin embargo, y aunque también se prestará asistencia sanitaria, el próximo viaje de Fernando Romero tiene un significado diferente. Se trata de que los jóvenes españoles conozcan la forma de vida del país africano, su cultura, la cooperación y puedan mostrar a los guineanos el día a día de los españoles, a través de una convivencia transcultural.
Con este fin, se programan dos semanas de actividades, que comenzarán en la capital del continente, Bata, con una convivencia de jóvenes –actividades, juegos, charlas, conferencias, etc– y otra en la que se viajará al interior del país para adentrarse en la forma de vida propia. La comitiva estará formada por diez jóvenes de entre 16 y 35 años, dos de los cuales –además de Romero– son de Ferrol.
Se trata de alejarse del primer mundo y ver otras realidades, para lo que convivirán en su propio entorno, comiendo y durmiendo con los propios guineanos. Además, se harán consultas médicas y se visitarán los colegios e internados de la ONG.
Como explica Fernando Romero, “aunque el país ha mejorado –ahora tiene petróleo– la distribución de la riqueza en Guinea Ecuatorial es muy desigual, y las necesidades y personas más desfavorecidas se encuentran en el interior”.
Desde que Dignidad trabaja en este país –hace ya 20 años con la llegada de una pareja de misioneros evangélicos– se ha realizado un arduo trabajo en materia de escolarización y formación infantil.
Así, Romero recuerda que “hay niños que están con nosotros desde hace 14 o 15 años y ahora tienen ya una profesión, incluso contamos con una joven que se ha hecho médico y se queda en el país, lo que supone riqueza”. Además, se han formado jóvenes que trabajan como contables o en sectores como la carpintería y construcción.
Para las mujeres, también se han desarrollado talleres de corte y confección, que han ayudado tanto a estas como a sus descendientes.
