Desde ayer y hasta el 30 de mayo puede visitarse en la Fundación Novacaixagalicia la exposición “Centenario del ferrocarril Betanzos-Ferrol. Historia y patrimonio”, una muestra que recoge fotografías del período comprendido entre 1898 y 1980 junto con material ferroviario (máquinas expendedoras de billetes antiguos, uniformes, placas de locomotoras, y un audiovisual cedido por el CGAI sobre las primeras imágenes de la citada línea férrea, entre otras cosas) y que se incluye en los actos organizados con motivo de la celebración de la citada efeméride. La exposición estará abierta de lunes a sábado entre las once y las dos, por las mañanas, y de seis a nueve, por las tardes. La muestra fue presentada por el presidente de la Asociación Ferrolana de Amigos del Ferrocarril, Manuel del Río, y el secretario de la entidad, Armando Lema, a los que acompañaron el primer teniente de alcalde, José Manuel Vilariño –en representación del regidor municipal, que preside el comité del centenario–, y el responsable de Arriva Noroeste, Javier Gilda, como empresa colaboradora.

Manuel del Río recordó que hace dos años y medio que se empezó a trabajar en la organización de los actos del centenario –que se cumple el próximo 5 de mayo– y que en la iniciativa se involucraron, además de AFAF, los diez ayuntamientos del recorrido de la línea y otras administraciones. De hecho, cuentan con la colaboración de Renfe, ADIF, Fomento, la Xunta, la Diputación y Novacaixagalicia.

Por su parte, Vilariño llamó la atención sobre el hecho de que cien años, “que parece algo tremendo”, históricamente “no son nada”. “Mis abuelos de alguna forma celebrarían esa línea Ferrol-Betanzos, y yo los conocí”, señaló para hacer valer esta afirmación. El primer teniente de alcalde agradeció a AFAF que el anivesario “no haya caído en el olvido”, porque este tren fue “fundamental para el desarrollo del noroeste peninsular”.

El acto oficinal del aniversario tendrá lugar el propio día 5, con un viaje en un tren histórico entre Ferrol y Betanzos para el que se desplazará desde el museo del ferrocarril Madrid Delicias una máquina de los años 20 y varios vagones de madera –los primeros que circularon por esta línea–, además de uno “prestige”, de lujo, de la década de los 30 del pasado siglo. En ambas estaciones se descubrirán placas conmemorativas.

La línea de tren fue, en principio, pública, gestionada por el Estado, y no aportaba beneficios. En 1941 Renfe asumió su gestión y tomó un cariz más comercial.