¿Qué pensarán en Europa?

Es la primera pregunta, tras la sesión parlamentaria donde se convalidó el decreto que enmarca el uso de los fondos europeos, que tiene que recibir España para decidir el modelo económico y las prioridades de su política financiera y social que salve al país de esta crisis.


Pues la respuesta es conocida: la política partidista de buena parte de sus señorías. De nuevo nos afirman que las intervenciones de cada formación muestran la situación que padece el país. Ya saben que después de escuchar justas críticas al ejecutivo, por su petición de barra libre para acordar los gastos y ceder pocos controles, fueron finalmente los votos de Bildu y la abstención de Vox los que salvaron al gobierno en el primer paso de un largo camino que desde la oposición debe vigilar como es su tarea.


Tras la escapada de ERC, pensando en las elecciones del catorce de este mes, otra vez el ventajismo político del PP que busca votos en lugar del interés general de los ciudadanos retrató su vacuidad Y fue la maniobra de Vox un salvavidas para el bipartito pero a la vez otra maniobra para ganarle a Casado la lucha por la hegemonía de la derecha y seguir lanzando el anzuelo en el caladero popular.


Ciudadanos, con la mirada fija en Cataluña y esperando la pretendida unión de la derecha, siguió al PP aunque su actitud supondría el riesgo de que en Bruselas revisaran las cuentas y anunciara un mayor control de los fondos, o que desde otros países menos favorecidos con las ayudas prometidas, hicieran luz de gas en las próximas negociaciones creando dudas sobre la capacidad del ejecutivo español. 


Curiosamente la pandemia no ha paralizado que importantes fondos extranjeros se lanzaran a la compra 

de empresas estratégicas. No es nada nuevo ¿recuerdan lo de Fenosa mejor alemana que catalana? Y esos son los patriotas de cartón que tienen por corazón la cartera. Conviene que, el ciudadano del común, afortunado hoy si conserva el empleo mientras el paro se desboca, pues cuenta con una de las jornadas laborales más largas de Europa y unos salarios que no alcanzan la media y que padece unos servicios sociales maltrechos y peor aún, los sin techo, las familias vulnerables que esperan esas ayudas para seguir como supervivientes de la peor pandemia conocida. ¿Qué pensarán en Europa si representantes de los ciudadanos, ponen palos en las ruedas para que el país avance?   

¿Qué pensarán en Europa?

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