Edu Portela apuesta por una fotografía dura y clásica sobre papel

Edu Portela apuesta por una fotografía dura y clásica sobre papel
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Estilo clásico y duro. Así define el fotógrafo Edu Portela su estilo, a raíz de la rueda de prensa y posterior visita guiada que hizo ayer, en el Atelier de Fotografía, por su “Doble Exposición (Primavera Negra + Retratos)”.


Portela, quien define la fotografía como “una forma de vida”, asegura que tiene que ser en papel y de este modo la concibe. De hecho, la primera parte de la exposición, “Primavera Negra”, es el título de un fotolibro con su sello. Defiende que tiene narrativa, un principio y un fin; mientras que en el mundo digital, las fotografías se quedan en una mera pantalla. Además, una publicación de este tipo “te da una visión general” que cada vez está más en auge.


Este título tan opaco, trasciende de la obra de Henry Miller, una prosa que también define el personalísimo estilo y mundo del estadounidense, muy ligado al interior de Portela. “Acabas aprendiendo mucho de ti”, asegura. Además, cree que para fotografiar temas profundos, se necesita “una vinculación emocional”.


Plasmar un fotolibro en una sala fue un reto, pero intentaron reflejar el agobio que muestra la publicación, juntando los paneles y dejando poco aire. Una narrativa que trata sobre la depresión y la mala gestión de las emociones, con la experiencia vivida por el autor como telón de fondo.

Retratos generacionales
La parte de “Retratos” es una selección entre 800 retratos, con fotografía analógica en formato medio. Caras que pasaron su vida en algún momento, “gente cercana a mí, de mi entorno generacional”. Asegura que es un proyecto que “nunca va a cerrar”, “es mi álbum familiar y personal”, sentencia.

El artista, que define la fotografía como “una forma de vida”, cree que para retratar temas profundos, se necesita “una vinculación emocional” con ellos



Todo ello bañado por una capa de blanco y negro que acompaña a toda su creación. Su tendencia radica en que sus inicios fueron en analógico y siempre ha seguido muy vinculado a él. Al mismo tiempo, “se trata de un proceso más fácil”, al cual ya está “adaptado” y es una técnica que ya “controla”. 


Con respecto al fotolibro argumenta que las imágenes son monocromáticas debido a que el mundo depresivo “encaja muy bien” con este tipo de mundo fotográfico. Sin embargo, en lo tocante a las caras de su vida, las retrata así porque le gusta cómo transmiten. Ya lo decía el propio Sebastião Salgado, cuando fotografías a personas en blanco y negro,  fotografías su alma. Un alma que llevó al propio Portela por un viaje de más de dos años por el lado tenebroso de una crisis personal y a pesar de haber pasado “el final del infierno”, asegura que siempre queda algún resquicio.


Una obra que impacta, férrea, pero con un componente tradicional a la hora de mirar a través del objetivo. Profundidad y mucha personalidad, en un sello cada vez más definido. Además, es un fotógrafo interesado en ámbitos muy diversos y capaz de explorar a través de sus sentimientos.

Edu Portela apuesta por una fotografía dura y clásica sobre papel

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