Aún hay esperanza para el tejo de los Tenreiro

Aún hay esperanza para el tejo de los Tenreiro
El ejemplar se ubica en el paseo marítimo de Pontedeume d.a.

Desahuciado hace solo un año, tras el último informe emitido por la Estación Fitopatológica do Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra y del CSIC, el tejo centenario de los Tenreiro, en Pontedeume, se resiste a morir. Así lo atestiguan los brotes detectados en este espécimen de unos 500 años de antigüedad –hay expertos como el doctor en Ciencias Biológicas, Carlos Rodríguez, que aseguran que fue plantado en el siglo XVIII– incluido en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras y que invitan al optimismo, según avanzó ayer el alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández. “Imos solicitar un novo estudio para certificar esta melloría”, indicaba ayer el regidor que, sin embargo, no concretó qué organismo se hará cargo de este nuevo informe.
Unos síntomas de recuperación que, aunque todavía por confirmar, podrían tener mucho que ver con los cuidados a los que una vecina de la villa sometió al tejo en el último año, según puntualizó Bernardo Fernández.
Este nuevo giro en el diagnóstico del considerado el monumento natural por excelencia de Pontedeume contrasta con el emitido hace menos de un año por la Estación Fitopalógica do Areeiro que señalaba la inutilidad de cualquier actuación para la recuperación de este ejemplar integrado en la estructura del paseo marítimo.
Una ubicación que, según la Sociedade Galega de Historia Natural, habría sido determinante en el delicado estado de salud del tejo de los Tenreiro, objeto de distintas intervenciones por parte de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza en los últimos años, también muy cuestionadas desde la entidad ecologista. Una de las de mayor calado fue la de 2003 cuando la Consellería de Medio Ambiente invirtió más de 35.000 euros para mejorar tanto las condiciones del árbol como las estructuras que, en su día, hicieron del mismo un atalaya natural de más de diez metros de altura.
Podas y tratamientos que, sin embargo, no han podido evitar el trágico desenlace que en los últimos años se augura para el árbol. Un sino que parece estar abocado a compartir con otros de su especie como el tejo del parque Sarmiento talado por el Concello de Pontedeume en 2014 tras constatar su defunción.

Aún hay esperanza para el tejo de los Tenreiro

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