Navantia atraviesa un período de subactividad histórico que tiene su traducción en cifras. La falta de ocupación le costará a la compañía pública 80 millones de euros este año y otros tantos en el próximo ejercicio de 2015, según la información que trasladó la dirección al intercentros en su encuentro celebrado esta semana. Pese a ello, el grupo estatal prevé cerrar el ejercicio de 2013 con menos pérdidas que en 2012, cuando los números rojos fueron de 78,2 millones.
Frente a la concreción contable de Navantia, es imposible cifrar las consecuencias que tiene en la economía de Ferrolterra la parálisis actual de los astilleros públicos. Pero puede citarse el dramático efecto de los tres mil empleos perdidos en las empresas auxiliares.
Hace tres años, en situación de plena actividad en los astilleros ferrolanos, entraban diariamente en las factorías de Ferrol y Fene unos 4.000 trabajadores de las subcontratas. Fuera del área de reparaciones, que emplea a entre 700 y 1.000 operarios de subcontratas en función de la ocupación, es casi anecdótica la presencia de empresas ajenas a los astilleros. En el de Ferrol, que recibía en los buenos momentos unos 3.000 trabajadores de auxiliares, son ahora 135. Quedan 55 de la empresa de limpieza, Alcomar; 24 de Electrorayma; 30 de Seguribérica; 10 de Tecman; 5 de Axoca; 3 de Foncafer; 2 de Moreira; 4 de Dinain y 2 de Aries. Al otro lado de la ría, donde entraban un millar de operarios cada día, restan apenas una veintena de vigilantes de seguridad y 36 de Alcomar en turnos de suspensión rotatorios.
Cabe recordar que se estima que cada empleo en el sector naval sostiene otros 2,5, por lo que habría que elevar a 7.500 los puestos de trabajo perdidos en la comarca de Ferrol como consecuencia directa de la falta de actividad de sus astilleros.
Según los datos del último informe del Tribunal de Cuentas sobre Navantia, la compañía pagó en el ejercicio de 2010, en plena actividad, 532 millones de euros en contratos de aprovisionamientos. Buena parte de esa cifra hay que imputarla al balance de pérdidas de las compañías auxiliares del sector naval de la ría y a la ruina económica de toda la comarca de Ferrolterra.