La planta siderúrgica de Megasa en Narón entró ayer en su mes de parada técnica, como es habitual cada año por estas fechas, sin que se hayan disipado todavía las dudas sobre cuál será la verdadera repercusión de la reforma eléctrica en su factura y si esta permitirá mantener su competitividad. La empresa detendrá la producción durante 23 días en los que se realizarán trabajos de revisión y mantenimiento de la maquinaria.
Tal como explicó Carlos Bascoy, presidente del comité de empresa, de momento no se ha celebrado la subasta eléctrica en la que se verá en qué tramo de consumo entran la siderúrgica naronesa y su competidora Celsa. Como se recordará, hace casi un año que Megasa advirtió a los trabajadores de un posible cierre a causa de los cambios introducidos por el Gobierno en la factura de la electricidad, que facilitaban a su competidora el acceso a una tarifa más barata y que mermaba la competitividad de la planta gallega. Desde entonces se ha producido una nueva reforma que mantiene los problemáticos dos tramos de bonificación en la factura, aunque el comité sostiene que su repercusión real no se conocerá hasta que se celebre la citada subasta y se verifique sus consecuencias en un plazo de unos tres meses a partir de la misma. Mientras tanto, Megasa ha seguido produciendo con normalidad y sacando a buen ritmo el producto terminado, fundamentalmente para la exportación.