Alaska | “La única clave en esto de la música es que tú sigues porque quieres”

Alaska | “La única clave en esto de la música es que tú sigues porque quieres”
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Es una de las referencias de la música en español desde hace más de tres décadas. Acaba de publicar, junto con su inseparable Nacho Canut, la primera parte de “Extrapolaciones y dos preguntas” –la segunda verá la luz en octubre–, un repaso por los artistas y temas que les han acompañado en su trayectoria.

Después de treinta años, ¿por qué Fangoria sigue teniendo tanto éxito? ¿Cuál es la clave?

La clave del éxito no la sabe nadie, porque no, porque nosotros mismos somos un ejemplo de un grupo que ha tenido momentos de mucho éxito comercial, como puede ser el actual, y momentos en los que éramos un grupo alternativo, autoeditado y que nadie nos llamaba para hacer conciertos. Y creo que éramos iguales entonces y ahora. La única clave que hay que buscar es que tú sigues porque quieres y, dentro de ese proceso, habrá momentos en los que eso que se llama el éxito comercial esté más de tu lado y otros que no. Pero eso es un poco secundario. 
 
¿Nunca condicionó su trabajo el éxito comercial? 

Tienes que pensar que cuando empezamos en Kaka de Luxe tenía 14 años. Entonces lo que queríamos era tener el grupo con los amigos y ya está, no había ninguna visión más allá de eso. Es el planteamiento que subyace siempre: tú haces esto porque quieres, es genial que te vaya bien; es muchísimo mejor, es muchísimo más fácil que te vaya bien, pero no es lo principal. Es una especie de afición que unas veces es tu trabajo y otras veces una afición en la que inviertes tu dinero. 

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una especie de revival de los años 80 y primeros 90. ¿Es una cuestión de calidad? 

No, es pura nostalgia. Eso ocurre cada veinte años. De hecho, ahora, para la gente que piensa así los 80 ya han pasado; ahora están en los 90, y es normal, porque ya estamos acabando la segunda década del siglo XXI. La gente que tiene treinta y pico o 40 años de repente quiere escuchar lo que escuchaba cuando era pequeña. Me imagino que tiene algo que ver con eso, porque yo no lo comprendo. Me ha pasado: cuando empezamos como grupo y hacíamos nuestras primeras entrevistas, en los 80, los críticos y los periodistas musicales siempre añoraban los 60, porque decían que había sido buena música; en los 90 nos decían que eran los 70, así que creo que esto va con la condición humana. 

Llama la atención en sus conciertos la cantidad de gente joven, que no habían nacido cuando empezaron en esto. ¿Por qué?

Aquí suceden varias cosas. Por un lado, musicalmente creo que hemos estado más cercanos a cosas que suenan en el momento actual que las que sonaban hace veinte o treinta años. Siendo un grupo de música electrónica, creo que probablemente es más fácil que nos entienda alguien que baila en una discoteca a las seis de la mañana que otra persona. También es verdad que cosas como el reality de Alaska y Mario nos trajo un público muy joven que puede pasarle lo que a mí cuando era pequeña: que miraba a mi alrededor y lo que me ofrecían era una cosa y yo de repente en una revista o en la televisión encontraba algo que sentía que estaba más cercano. Y nuestro público, en ese sentido, se renueva siempre. 

¿Cuál fue la motivación para editar “Extrapolaciones y dos preguntas”?

Son clásicos de otros, en este caso. En vez de hacer el típico disco con canciones tuyas, queríamos hacer una banda sonora de los 30 años de Fangoria, las canciones y los grupos que nos han acompañado en todo este tiempo. Este primer disco abarca del 89 al 2000. La segunda parte sale a finales de octubre y va del 2001 al presente. En lugar de grabar nuestras canciones para celebrar el aniversario, hemos preferido mostrar qué es lo que nos ha acompañado en estos años, qué grupos y artistas españoles han sido referentes para nosotros.

Nunca han rehuido de los nuevos estilos, ritmos y gustos musicales. ¿Cómo valora lo que se está haciendo actualmente? 

A mí, obviamente, de lo que se hace ahora hay cosas que me gustan: lo único que no me gusta es la uniformidad, que parezca que es todo lo mismo; que vayas a la feria de un pueblo y que lo que suene ya no sea una mezcla de rock, pop, música electrónica, charanga y ritmos tropicales; ahora ya es un poco todo lo mismo. Estoy alejada de esa uniformidad pero sí hay cosas puntuales que me gustan y me influyen. 

¿Cómo les ha afectado el cambio en la industria y en los hábitos de consumo de música? 

No te voy a contestar desde el lado de la industria porque eso es otra cosa para mí. Claro que afecta e influye, pero el hecho de que cualquier persona en cualquier lugar del mundo quiera y pueda ver un vídeo tuyo es excepcional, está genial. También creo que tiene que ser una persona ya de por sí interesada en ver un vídeo tuyo. Antes, las fórmulas de promoción hacían que gente que no te conocía pudiera llegar a conocerte; ahora, si voy a youtube a buscar un vídeo es porque ya estoy interesada. Y cambia todo: la idea de que el formato no existe, cuando para mí sí: yo sigo consumiendo discos físicos, sigo haciendo discos con portada, y me preocupa cómo es esa portada. 

¿Cuál tiene que ser el IVA para la cultura? 

El impuesto de la cultura no puede ser alto. No estamos hablando de un bien de primera necesidad, como el pan o el techo, pero el arte siempre nos ha acompañado y nos ha convertido en lo que somos: por leer libros, por escuchar música, por ver películas, por ir al teatro. Independientemente de las facilidades de comercialización que tenga cada uno, el Estado no puede lucrarse con la cultura.

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