El descenso de casos activos en Ferrol mantiene un ritmo lento, consecuencia de los pocos pacientes que ahora mismo quedan con la enfermedad en el área sanitaria. Un total de tres recibieron el alta epidemiológica en la última semana. Sin embargo, la lista de activos no ha bajado en la misma proporción, pasando de catorce a doce. Ayer se notificaba un alta (hasta llegar a 569) que no tenía repercusiones en el monto total. Aunque oficialmente no se dan datos sobre el número de contagios, se deduce que puede haberse producido un positivo, que sería el primero desde el 31 de mayo. Desde entonces, siempre se había correspondido el descenso en el número de pacientes afectados con las curaciones.
Esta semana ha sido también la que ha visto liberado el hospital Arquitecto Marcide de casos activos. Todos los enfermos están en sus casas. En la UCI no hay positivos desde hace un mes.
Las cifras de Ferrol se corresponden con la tendencia del resto de Galicia, en donde quedaban, según los datos de ayer, siete personas ingresadas en toda la Comunidad, y ninguna en la UCI. Además, otras áreas sanitarias, como Pontevedra (con ocho casos), Lugo (con 22), Ourense (con 28) y Santiago (con 34) están en cifras que acercan la oleada a su final, en vísperas de salir del estado de alarma. Solo A Coruña y Vigo siguen por encima del centenar de afectados.
El final de la primera oleada de la pandemia coincide con la progresiva reactivación de las consultas presenciales y de pruebas que habían sido postergardas si no eran urgentes. Los nuevos protocolos incluyen realizar de forma telefónica todas las comunicaciones posibles, para evitar desplazamientos innecesarios y reducir riesgos. Una vez que se fija una cita, se recomienda acudir con puntualidad para no acumular enfermos en las salas de espera, que además han visto reducida su capacidad, con asientos inutilizados para poder mantener distancias de seguridad.
En el Arquitecto Marcide, a la entrada, se dispensa gel hidroalcohólico. Además, los pacientes deben esperar en el hall hasta unos minutos antes de la hora de la consulta, precisamente para ajustar al máximo el número de personas que circulan por los pasillos del hospital.
Otros protocolos que han variado sustancialmente tienen que ver con pruebas periódicas, como las del Sintrom. En los centros de atención primaria, siempre que sea posible, se acude al exterior a tomar las muestras precisas y se evita que los pacientes entren en el centro de salud. Medidas similares se están poniendo en práctica incluso para revisar marcapasos en el coche, tal y como hace Cardiología del CHUF.